Luis Giampietri: “Hasta el día de hoy no puedo conciliar el sueño”
Luis Giampietri: “Hasta el día de hoy no puedo conciliar el sueño”

Respira y rememora paso a paso los 126 días de tormento que vivió cuando estuvo cautivo en la residencia del embajador de Japón Morihisa Aoki y en las manos del atroz Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Y es que para el almirante AP (r) Luis Giampietri Berenice, ese brutal hecho fue algo que marcó su vida y la de su familia hasta el día de hoy. Al ser consultado por Correo, sobre cómo es su vida al cumplirse hoy 20 años de la más grande operación de rescate militar que tuvo el Perú, señala: “Hasta ahora no tengo el sueño muy prolongado. Este tipo de recuerdos me afecta porque tengo que mantener los recuerdos en la cabeza. El ser humano tiene un mecanismo de defensa, pero por alguna u otra razón no tengo cómo hacerlo. Esta es una forma de violación de los derechos humanos que nadie está reconociendo”.

Almirante Giampietri, ¿en algún momento los rehenes pensaron en escapar? Sí y lo comuniqué. Me dijeron que me tranquilizara. Entonces entendí que el tema del rescate estaba cerca. A una semana del rescate, me mandaron un mensaje las fuerzas del orden, en el que me decían que memorice algunos nombres y acciones. También me dijeron que tenía que comenzar temprano a chequear a esta gente (los emerretistas), qué es lo que hacen en el día y cuando comiencen a jugar fulbito, cuando lo hagan, abre la puerta, me indicaron.

¿Y así lo hicieron?

Había un mueble muy pesado que se interponía en la puerta; tenía cajones. Retiramos todo lo que había en ellos y cuando la puerta se abrió tuvimos miedo y la volvimos a cerrar, pero encima del mueble colocamos muchos vasos de sopa Ramen, todas las que había.

¿Cómo se comunicaban?

A través de un beeper. Inicialmente, el coronel (r) (Roberto) Fernández lo escondía en su calzoncillo y luego me lo dio. Yo aprendí a generar mis propios mensajes con códigos, necesitaba que las fuerzas del orden me acusaran recibo para yo estar atento si lo recibían o no.

¿Antes hubo un ensayo?

El ensayo lo generaron de afuera y finalizaba cuando los emerretistas terminaban de jugar fulbito, yo simulaba que la puerta estaba abierta y allí decía: “Mari está enferma, Mari está enferma”, que significaba que todos los rehenes estaban en sus habitaciones echados en el piso y que había un oficial de las Fuerzas Armadas y Policial con ellos. Lo hicimos y luego dijeron que se iba a incursionar.

Obviamente fue una sorpresa...

Había sido ensayado. Los rehenes estaban instruidos de todo lo que conversábamos. Yo entrené a muchos de los que sacaron de allí. Lo que se quería es no cometer actos violentos, no levantarse porque podían confundir a los comandos para no salir heridos. Se podía cometer un acto de error.

Cuando ya no era un ensayo, era la realidad... 

Cada emerretista tenía asignado un cuarto que cuidaban los perímetros y había uno que era -si se presentaba la ocasión- el encargado de matar a ciertos personajes. En la mira estaban (Francisco) Tudela y Luis Serpa. 

¿De qué manera marcó este episodio en su vida? 

Hasta ahora no tengo el sueño muy prolongado. Este tipo de recuerdos me afecta porque tengo que mantener los recuerdos en la cabeza. El ser humano tiene un mecanismo de defensa, pero por alguna u otra razón no tengo cómo hacerlo. Esta es una forma de violación de los derechos humanos que nadie lo está reconociendo. 

¿Qué opina del video mostrado por el Frente Amplio?

No lo he visto, pero vi el original hace muchos años, cuando fue el funeral (de Edith Lagos). Esa es la típica apología al terrorismo. Ese movimiento subversivo tiene varias secciones como había antes los abogados democráticos, pero también había Sendero (Luminoso) en todos los partidos políticos, siempre hay dos ramas de comunistas, una se encarga de dar la cara, de pelear ante el pueblo y otra maneja la parte del soporte logístico, como los abogados. Eso es lo que está pasando ahora.

¿Qué opina de la actitud del congresista Apaza? 

El señor Apaza tiene su corazón bien a la izquierda, él cree y piensa igual que los terroristas, de repente ha sido financista del mausoleo (en Comas).

Y del Movadef...

El Movadef es una forma de eso, pero no han dejado su ideología. Son dos variantes del mismo tema. Yo creo que estos señores están infiltrados de alguna forma.

¿Hubiera estado conforme con ser denominado también Héroe de la Democracia?

Estuvimos en la primera relación. Estaban los comandos, los rehenes peruanos que salieron vivos, porque hubo rehenes de todo tipo. Estuvo ese miserable de (Javier) Diez Canseco, pero a él no lo iban a declarar héroe de la patria de ninguna manera porque salió a los tres días. Los que nos quedamos hasta el final debimos ser considerados, no por la plata, sino por dejar un legado a nuestra familia, de tener una actuación decente. Los comandos son extraordinarios, creo que fueron lo más grande que hemos tenido.