Cuando Edward Málaga Trillo llegó al Congreso, en 2021, impulsó la creación de la Oficina de Asesoramiento Científico. Su idea era que el Perú esté a la par de países que ya habían implementado esa área. Insistió durante dos años hasta que, en 2023, lo logró, pero ahora siente una profunda decepción al ver que su proyecto se ha convertido en una “agencia de empleos” de Perú Libre.
Con la revelación de que esta oficina, a cargo de la Segunda Vicepresidencia, funciona como “agencia de empleos”, ¿qué debe ocurrir en el Congreso?
Tenemos que lograr que personas que están a cargo, como el congresista Cerrón, den las explicaciones y corrijan los errores. No puede ser que crean que esto es su chacra. Eso está mal.
¿No deberían hacer ajustes para que, en adelante, se cuente con profesionales de categoría?
Sí, por supuesto. He solicitado al congresista Carlos Zeballos, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, que también está preocupado por esto, una reunión con el congresista Waldemar Cerrón, para que nos aclare y nos diga qué piensa hacer y, sobre todo, corrija el rumbo.
¿Cuál fue el propósito de impulsar esa oficina?
Al comienzo era que el Congreso cuente con el sustento científico en las iniciativas legislativas, no solo sobre materia científica, sino en otras; lo cual iba a ayudar en la presentación incluso de interpelaciones a ministros.
¿Esa era la única ventaja?
No. Imagínate que alguien presente un proyecto sobre Inteligencia Artificial (IA) y no se conocen los riesgos. Imagínate si alguien quiere proponer leyes sobre eutanasia o abortos. Son temas morales, pero deben tener una base científica.
Han pasado varios meses desde su creación ¿qué resultados ha tenido?
Había un plan, pero no lo han seguido, porque no están muy enterados del tema. Su primer producto debió ser -como se los comuniqué- un primer boletín y un evento público donde se anuncie la firma de convenios con congresos de Chile, de España, Reino Unido.
Eso es grave, ¿nos quiere decir que se ha estado tirando 71 mil soles al mes al agua?
En eso estoy de acuerdo. Lo rechazo, lo condeno. No hay otros términos para decirlo. Es lamentable que sabiendo que habían perfiles recomendados no lo respeten.
¿Está bien que funcione de forma dependiente de una oficina de la vicepresidencia?
Imagínate si ponemos a pastores conservadores a cargo de la agenda científica sobre el aborto o sobre la educación sexual.
¿Eso que quiere decir?
Que tiene que ser apolítica, que respete las diferencias ideológicas.
¿Usted fue la primera persona que impulsó la creación de esta oficina?
Lo tuve como propuesta de campaña. Ya en el Parlamento se solicitó a las mesas directivas de María del Carmen Alva, Lady Camones y de José Williams. Después de dos años se logró el objetivo. El diseño original incluía tener un diseño científico, como Concytec, universidades, institutos públicos de investigación y asesorías externas, pero eso no ocurrió. Recurrimos a embajadas, como la de Chile, para obtener convenios, y ahora todo eso ha quedado en manos de personas que ha designado el señor Cerrón que, lamentablemente, no están preparadas, no tienen la calificación y no entienden del tema.
En resumen, ¿qué problemas identifica?
El problema no es la oficina, sino en manos de quién pueda caer. El problema de contrataciones estamos viendo que es muy similar a lo que hizo el señor (Pedro) Castillo a su gobierno.