El vacado expresidente Martín Vizcarra regresó ayer al penal de Barbadillo, donde cumplirá los cinco meses de prisión preventiva que le impusieron.
El Poder Judicial (PJ) dispuso la reclusión provisional del exmandatario el pasado 13 de agosto, día en el que fue trasladado a Barbadillo. Sin embargo, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) ordenó su posterior cambio a la prisión de Ancón II, a donde fue conducida el último viernes y permaneció hasta ayer.
Tras el retorno de Vizcarra al penal ubicado en Ate, el INPE informó que por primera vez se ha normado el internamiento de los ex jefes de Estado en el Establecimiento Penitenciario Barbadillo.
Precisó que con tal propósito se ha modificado la directiva denominada Clasificación de Internos Procesados y Sentenciados en los Establecimientos Penitenciarios a Nivel Nacional, que data de julio de 2023.
El cambio establece que “al realizar la clasificación de un interno que haya tenido la condición de expresidente de la República, excepcionalmente, por razones de seguridad personal, debe estar ubicado en el Establecimiento Penitenciario de Barbadillo, independientemente del régimen penitenciario y puntaje alcanzado”.
RECONSIDERACIÓN. Horas antes del traslado de Vizcarra, el ministro de Justicia, Juan José Santiváñez, afirmó que la reubicación se dispuso luego de un nuevo análisis en el INPE. Detalló que se solicitó una reevaluación que considere la condición de exmandatario de Vizcarra.
Tras el breve pronunciamiento, Santiváñez eludió responder a la prensa sobre el allanamiento al domicilio de Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta Dina Boluarte, por un caso en el que la Fiscalía lo ha involucrado.
Vizcarra está procesado por el delito de cohecho pasivo propio, pues habría recibido sobornos a cambio de las obras Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua cuando fue gobernador regional de dicha región (2011-2014).





