Ante la creciente e incontrolable ola de delincuencia que azota al Perú, el Gobierno de Dina Boluarte anunció un paquete de medidas. Sin embargo, para Óscar Valdés Dancuart, expresidente del Consejo de Ministros, las medidas planteadas no tendrán ningún efecto.
En entrevista con Correo, cuestionó la permanencia de Juan José Santiváñez como ministro del Interior, así como de los altos mandos de la Policía.
¿El Estado de emergencia podrá aportar en la lucha contra la delincuencia?
Se ha demostrado que estas declaratorias de emergencia no han tenido ningún efecto positivo. La gente se da cuenta que no tienen ningún efecto trascendente contra la inseguridad ciudadana.
¿Por qué lo dice?
En el análisis que yo he hecho, normalmente, cuando se declara un estado de emergencia uno ya debe tener preparadas todas las operaciones que se han realizado para detectar a las bandas. De tal manera que cuando se declara la emergencia, la Policía pueda irrumpir en las viviendas.
El Ministerio del Interior presentó al grupo Gorex para combatir las extorsiones, ¿era necesario exponer a sus integrantes?
Esto es una cuestión mediática de Gobierno para tratar de tapar el sol con un dedo. No necesitaban publicitar a las personas que van a componer un equipo especial. No se necesita que el ministro haga show. Aunque hay otro detalle que no se está diciendo y es que la población percibe que muchos policías están en combinación con los extorsionadores. Si bien es cierto el ministro del Interior es el encargado del sector, hay que pedirle resultados al comandante general de la Policía que es el jefe de las operaciones, hay que evaluar a todos los generales que están a cargo de las diferentes zonas
¿El Gobierno debería evaluar la permanencia del comandante general de la Policía?
No solamente a él, evaluar a todos los comandos policiales que están en la zona que están bien están siendo totalmente inoperantes.
El Gobierno anunció la ampliación del penal de Challapalca, ¿considera que es suficiente o es necesaria la construcción de más penales?
Nosotros tenemos que ver la situación a largo plazo. Creo que ahora es urgente que se construyan penales. El gobernador regional de Tacna también ha mostrado su malestar por la propuesta de ampliar Challapalca porque cuando los presos pasan a un penal, no lo hacen solos. Van a venir sus familiares, compinches, su entorno. Se deben construir penales en zonas de máxima seguridad, como se hizo en El Salvador.
¿Cree que Perú debe aplicar medidas como las de El Salvador?
Creo que todos los países son distintos, las realidades son distintas. Creo que lo que necesita el Perú es una cirugía muy fina para detectar a los extorsionadores. Hay que tratar a los extorsionadores de una manera bastante drástica, ponerles las penas máxima. También se debe hacer un plan de operaciones para la inseguridad ciudadana, que debe ser transversal y debe hacerse en el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana que está conformado por el presidente del Poder Judicial, ministro de Justicia, ministro del Interior, alcaldes, gobernadores, entre otros. Debemos que tener un premier que tenga las agallas de juntar a todos de manera muy urgente para coordinar.
¿La pena de cárcel por el delito de extorsión debe incrementarse?
Que se le ponga 20 años o 25 años, pero que la cumpla efectivamente, sin beneficios. Yo creo que es una pena bastante drástica. El Perú ya tiene más de 33 mil leyes, no necesitamos más leyes, lo que necesitamos es que se cumplan.
La otra opción es lo que la gente dice, de aplicar la pena de muerte si se sale del Pacto de San José, pero esto tiene sus observaciones porque con un sistema de justicia tan frágil, donde vemos que hay corrupción en la Fiscalía, no nos da garantía de que se pueda aplicar correctamente.
Haciendo un balance de las medidas que anunció el Gobierno, ¿cree que serán suficientes para reducir los índices de delincuencia?
Definitivamente no, yo soy realista, no soy pesimista. Estamos queriendo solucionar un problema que atemoriza a la población con medidas similares. Sino se solucionan los problemas de fondo, (la delincuencia) se va a disipar rápidamente.
Entonces, ¿las medidas del Gobierno de Boluarte no van a surtir efecto?
No, definitivamente no. Las medidas no van a surtir ningún efecto. No veo ningún plan, a nadie le ha mostrado ese plan de lo que se va a hacer. El ministro del Interior dijo que, si no dan resultados, va a renunciar, pero yo pregunto en qué soluciona el problema su renuncia si es que mantenemos a los mismos generales al frente de la batalla. Tenemos que ser muy juiciosos y ver que realmente hayan policías honestos en los operativos.
¿Es necesario hacer una limpieza en la Policía?
Por supuesto. Se debe hacer una evaluación y limpiar a la Policía. Si conversa con cualquier ciudadano, ya nadie quiere denunciar, ¿por qué cree que no denuncian las extorsiones? Porque el ciudadano ya no tiene confianza en la Policía.
¿Respalda la propuesta de ley de terrorismo urbano?
Lo que hicieron hace poco de incendiar 26 buses es un acto terrorista porque al hacer eso no solo están aterrorizando a los chóferes, sino a toda la población en general. Creo que sí es importante, pero hay que hay que dar una ley que esté bien dimensionada y será el Congreso el que tendrá la opción de sacar esa ley.
Precisamente el Congreso aprobó una ley sobre el crimen organizado que en la práctica excluye una serie de delitos que entran en esa tipificación, como la extorsión, ¿cuál sería su evaluación del papel que viene jugando el Parlamento?
Lo que pasa es que el Congreso se está cuidando, porque ahí hay varios delincuentes. Hemos visto a los ‘mochasueldos’ e incluso a un violador. Ellos se están poniendo a buen recaudo, pero el Ejecutivo pudo observar esas leyes. Lo que pasa es que ahora el Congreso y el Ejecutivo son un binomio, son cómplices porque quieren llegar al 2026 sanos y salvos, les importa un pepino el país.
No se está fiscalizando, no hay separación de poderes y vemos que hay una complicidad.
Si hablamos del ministro Santiváñez, ¿cree que es el más idóneo para el cargo?
Definitivamente no. Las sospechas que hay de cómo arribó al puesto ya lo desmerecen. En segundo lugar están las conversaciones con el capitán Junior Izquierdo, ‘Culebra’, además de todos los hechos que se han dado. Se ha probado que es su voz la de los audios difundidos, entonces, cómo una persona tan cuestionada va a estar al frente de un ministerio que requiere de pulcritud, honestidad, transparencia y ejemplo para combatir la delincuencia. Yo creo que no, definitivamente no es la persona idónea para el cargo.
La presidenta Boluarte lo ha constituido como una especie de escudero, lo está protegiendo con esos abrazos y esas reafirmaciones de su confianza.
¿El cambio de Santiváñez debe ser inmediato?
No solamente el de Santiváñez. Yo creo que tiene que evaluarse cuál es la labor de los generales que están conduciendo la guerra, cuál es la labor que hacen los jefes policiales en las regiones tanto en las provincias como en Lima, ver quién está al norte y al sur a cargo de Inteligencia.
¿Cómo evaluaría la gestión de Boluarte?
Creo que la señora debió ser honesta desde el primer día.
Ella debió convocar a elecciones, adelantar las elecciones, porque ella sabe que es una persona que no está preparada y se ha evidenciado en las actas de las sesiones de los Consejos de Ministros que la prensa ha revelado, que ella no interviene, no conoce el país, no da soluciones y los ministros lo único que hacen todo el tiempo es ser incondicionales. Entonces, creo que la señora hace rato que ha debido ceder la posta. Tengo serias dudas que pueda terminar su gestión en el 2026 por cómo la cosa se está rebalsando. La señora no puede ir libremente al sur, por ejemplo, no puede ir a Puno, ¿cómo podemos tener un presidente que no puede visitar su propio país?
Creo que hace rato debió renunciar, porque se ha dedicado a reinar y no a gobernar. Ella va actos protocolares y da sus discursos, pero el país está a la deriva.
Usted sostiene que debería renunciar, ¿pero sería conveniente en este momento? Porque en su lugar asumiría el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, sobre quien también pesan una serie de cuestionamientos.
Estoy de acuerdo que ese es un temor, pero recordemos que cuando Alberto Fujimori salió del cargo, no la fue la presidenta del Congreso la que asumió, sino que los congresistas se reunieron y votaron nuevamente y eligieron a una persona. No estoy muy de acuerdo con Paniagua, pero era lo mejor que había en ese momento. Acá en el Congreso también hay gente que si bien se puede contar con los dedos de las manos, podrían asumir ese reto y conducir en un período de transición.
¿Qué espera usted para el Perú en el 2026?
Sino se toman las medidas, vamos a encontrar un país bastante difícil que va a ser un reto gobernar. Yo soy un convencido de que el Perú es un país extraordinario, un país que tiene riquezas que no sabemos explotar y que tiene una unos recursos humanos espectaculares en cuanto al emprendimiento.
Yo creo que es un país que con un buen plan de gobierno como el que está haciendo el Partido Popular Cristiano (PPC), se puede volver la tortilla. Creo que lo que tenemos que hacer el 2026 es elegir bien, elegir un partido que tenga buenos candidatos con buenas hojas de vida, capacidad de gestión y sobre todo con una visión muy clara de lo que hará por el Perú.