JNE
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La no ratificación de Piero Corvetto en la jefatura de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), el último martes, por parte de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), ha abierto las cortinas de lo que podría ser una “primavera electoral” para el 2026.

La próxima decisión de la Junta sería la salida de Carmen Velarde, la jefa del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec).

¿Por qué es posible la salida de Velarde? Cabe recordar que la salida de Corvetto fue posible al voto en contra del consejero Marco Tulio Falconí. Si mantiene una postura arisca a la continuidad, la JNJ no alcanzaría los 5 votos para ratificar a Velarde.

El tercero de esta trilogía es Jorge Salas Arenas, el presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

Si bien su permanencia no depende de la JNJ , la Sala Plena de la Corte Suprema es la que elegirá a una nueva autoridad para que ocupe el máximo cargo electoral por otros cuatro años.

SOSPECHAS

Todos ellos han tenido un rol protagónico en las elecciones pasadas de 2021.

Su rol generó animadversiones por la poca voluntad que mostraron para aclarar las denuncias formuladas por presuntas irregularidades en los referidos comicios.

Por ejemplo, el partido Fuerza Popular denunció que el Jurado Nacional de Elecciones no quiso revisar las actas de nulidad, luego de la estrecha segunda vuelta de 2021.

El entonces abogado Julio César Castiglioni, del fujimorismo, denunció en junio de ese año que hubo más de 250 mil votos en riesgo.

Para entonces el candidato Pedro Castillo ya había logrado 50.125% mientras que su antagonista, Keiko Fujimori, obtuvo 49.875%. La diferencia entre uno y el otro era de 44 mil votos.

Todo fue revisado a paso de tortuga y la mayoría de reclamos fueron desechados.

La tendencia se volvió irreversible. En aquel momento, Fuerza Popular solicitaba acelerar la verificación de las votaciones y que el JNE muestre el padrón de electores de quienes votaron en mesas impugnadas en la segunda vuelta.

Pero Salas Arenas y los magistrados Jovián Sanjinez y Jorge Rodríguez se opusieron. Solo Luis Arce Córdova se mostró a favor.

Este último le pidió a Salas Arenas que “busque la verdad” con la liberación de los planillones electorales, pero no hubo una respuesta positiva.

Así quedó instalada una sospecha que bien pudo ser dilucidada.

En ese contexto, incómodo por la postura de Salas, el exfiscal supremo Luis Arce Córdova declinó a su cargo y dejó sin quórum al JNE.

Tiempo después, Arce Córdova fue destituido por la JNJ solo por esa actuación.

Salas Arenas tiene otro antecedente que cuestiona su labor electoral. Hace algunas semanas, el colaborador eficaz Jaime Villanueva reveló que el JNE enviaba al fiscal Rafael Vela Barba consultas sobre resoluciones que debía emitir en plena segunda vuelta. El contacto entre ambos era Janeth Talavera, la asesora del titular del JNE, de acuerdo a la versión de Villanueva.

Lo concreto es que en noviembre concluirá el periodo de Salas Arenas y la Corte Suprema elegirá a su reemplazo.

MÁS CUESTIONAMIENTOS

Sobre Piero Corvetto también hubo señalamientos. Las denuncias apuntaron a que durante la jornada electoral se produjeron una serir de irregularidades.

Por ejemplo, se denunció la existencia de fallecidos en el padrón electoral. Uno de esos casos fue el del ciudadano Miguel Velásquez Ruíz.

Al respecto, Leonardo Ruíz, primo del difunto, detalló que su familiar dejó de existir cuando apenas tenía 13 años.

El caso generó revuelo en el 2021 y obligó al pronunciamiento del Reniec.

En junio de ese año, la exprocuradora anticorrupción Yeni Vilcatoma también denunció que se registró a fallecidos como votantes activos.

“Él (Corvetto) ha estado cuando se hizo el padrón que tenía fallecidos”, dijo a PBO Digital.

Por el mismo caso de personas fallecidas se cuestionó al Reniec, debido a que debía actualizar los datos de los votantes antes de los comicios.

Sin embargo, en varias oportunidades, Velarde justificó que el padrón electoral se cierra por disposición de la ley un año antes de las elecciones por la gran logística que demanda un proceso electoral en un país con más de 25 millones de electores.

En días recientes, Luis Barrera, secretario general del sindicato del Reniec, señaló que la gestión de Velarde ha sido ineficiente y cuestionada por cómo manejó el proceso de registro de defunciones.

Además, la acusó de vulnerar de forma constante los derechos laborales de los trabajadores.

Tras conocerse la existencia de más de 600 actas de defunciones falsas, Barrera acusó un supuesto mal manejo de la seguridad de los datos del Reniec en la administración de Velarde.

ANÁLISIS

Sobre el tema, el analista político Luis Benavente afirmó que la salida de los tres jefes electorales le dará un respiro a un país convulsionado por una crisis política que tiene como protagonistas a los principales políticos elegidos en 2021.

“Las salidas tendrían que mejorar la situación y dejar instituciones más objetivas y con ideas más claras”, indicó a Correo.

Sostuvo que en el inicio del proceso electoral Salas Arenas debió inhibirse porque fue abogado “de terroristas”.

“La actuación como defensor de terroristas deja abierto un riesgo contra el Estado de derecho”, agregó.

Por su parte, la analista política Daniela Ibáñez indicó que “según una encuesta de DATUM el año pasado (Setiembre de 2023) la desconfianza hacia la ONPE es del 84% y hacia el JNE es del 88%”.

“Esto quiere decir que la ciudadanía no está respaldando las actuales instituciones electorales y esto puede traer graves consecuencias para la legitimidad de los resultados con miras a las siguientes elecciones”, aseveró.

Consideró que la responsabilidad política debería recaer sobre las actuales cabezas de las instituciones e idealmente deberían ser reemplazadas por personas probas a través de procesos meritocráticos.