No actuó en defensa propia. Esa es la conclusión que sugiere un video difundido ayer y que capturó el momento en el que Abel Valdivia Montoya le dispara en el pecho al comunicador Christian Enrique Tirado, quien finalmente fallece, a la salida de la fiesta en Lince en la que ambos participaron, como también lo hizo Rosselli Amuruz, tercera vicepresidenta del Congreso.
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En las imágenes se aprecia a la víctima fatal en los exteriores del inmueble en el que se festejó el cumpleaños del exlegislador Paul García -el último 1 de octubre- y a Pedro Valdivia Montoya, hermano del imputado en el crimen, corriendo detrás de él.
Cuando lo alcanza hay un breve forcejeo entre Pedro Valdivia y Enrique Tirado. Este último lo empuja y se aparta de su adversario.
En ese momento, Abel Valdivia saca un arma de fuego de su auto y junto a su hermano va contra Christian Enrique.
Entonces se produce un nuevo enfrentamiento de pocos segundos entre Enrique, quien porta en su mano derecha un objeto que parece ser punzocortante, y los dos hermanos. Todo acaba cuando Abel Valdivia le dispara. El comunicador, tras ser herido, se tambalea hasta colapsar.
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DOS VERSIONES
El video refuta lo dicho por el imputado, capturado en Rusia tras salir del país el mismo día del asesinato, quien aseguró que el disparo no fue intencional, sino disuasivo.
Sin embargo, otra es la versión que maneja el abogado César Euscátegui, defensa del detenido. En Canal N, sostuvo que su patrocinado actuó en “legítima defensa”.
“Se estaba cuestionando si había o no una legítima defensa, si existía un arma blanca, como el cuchillo que se ha podido ver, y está quedando claro bajo un respaldo documental, fílmico”, remarcó.
Pese a que en las imágenes se observa que los dos hermanos Valdivia persiguieron y enfrentaron al comunicador, Euscátegui insistió que su representado actuó en todo momento para salvaguardar la integridad de su hermano.
“Lo que se ve en el video claramente es que él (la víctima fatal) ataca con el cuchillo, en la parte superior, a la altura del cuello (a Pedro). Un ataque de esta magnitud es obviamente para matar”, fue el argumento que utilizó una y otra vez.
Aseguró que el hermano de su patrocinado era en realidad la víctima. “Estaba siendo atacado y probablemente hubiera muerto, si mi patrocinado no hubiera actuado”, agregó el abogado.
También sostuvo que Abel Valdivia no fue detenido en Rusia luego de salir del país el mismo día del crimen, sino que él se entregó “por voluntad propia”.
“No hay extradición entre los dos países (Perú y Rusia), pero mi patrocinado tiene toda la voluntad de ayudar a la investigación como lo ha venido haciendo. Él mismo se ha entregado, no es que la Policía lo ha encontrado”, refirió Euscátegui.
Recordó que sobre el imputado pesa una orden de prisión preventiva de 18 meses, la que, adelantó, impugnará en breve.
