Una joven profesional de salud recién titulada del Servicio Rural y Urbano Marginal (SERUMS) brinda atención a pobladores en una zona rural. Foto: Andina
Una joven profesional de salud recién titulada del Servicio Rural y Urbano Marginal (SERUMS) brinda atención a pobladores en una zona rural. Foto: Andina

El domingo 21 de septiembre se desarrollará la evaluación para el Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud 2024-II (Serums), convocatoria que cerró inscripciones el 24 de agosto con 13.500 postulantes.

El Serums se desarrolla en establecimientos de salud del Estado de primer y segundo nivel de atención.

Esta evaluación se realiza para adjudicar esta vez 1.000 plazas Serums y se aplicará a seis carreras: Medicina, Enfermería, Obstetricia, Farmacia y Bioquímica, Odontología y Nutrición.

Según el Decreto Supremo 03-2024-SA, del 12 de julio pasado, refrendado por la presidenta Dina Boluarte y rubricado por el ministro César Vásquez, la calificación obtenida en dicha evaluacion determinará el orden de mérito y la prelación para la adjudicación de plazas Serums.

La ley establece que los profesionales recién titulados y colegiados en las carreras profesionales de salud solo pueden ocupar cargos en entidades públicas si prestaron servicio en el Serums.

La prestación de este servicio les permitirá también en el futuro ingresar en los programas de segunda especialización profesional y recibir del Estado becas u otra ayuda equivalente para estudios y perfeccionamiento.

CONFLICTO.

Hasta aquí todo muy bien, pero el proceso Serums 2024-II, convocado por el ministro César Vásquez, es seriamente cuestionado por al menos catorce entidades del sector salud (colegios profesiones, asociaciones de facultades, universidades, entre otras).

Según la publicidad oficial del Ministerio de Salud, la evaluación para el Serums 2024-II “está a cargo de expertos que garantizan un mejor servicio de salud al país”.

Por vez primera en varias décadas (el Serums fue creado en 1981) la elaboración de los cuestionarios de suficiencia académica no estarán a cargo de la Asociación de Facultades de Medicina (ASFAM), los colegios profesionales de salud, entre ellos el Colegio Médico del Perú, y las asociaciones de facultades de Obstetricia, Odontología, Enfermería, entre otras.

Se desconoce hasta el momento qué entidades académicas elaborarán los cuestionarios.

CATORCE.

El número de entidades de salud en desacuerdo con el ministro Vásque ya llegan a 14, a saber:

El Colegio Médico del Perú, la

Asociación Peruana de Facultades de Medicina (ASPEFAM), Sociedad Médica Peruana-Americana (PAMS por sus siglas en inglés), Facultades de Medina de las

universidades Nacional Mayor de San Marcos, Universidad Peruana Cayetano Heredia, Universidad Nacional de Trujillo, Universidad Nacional Federico Villarreal,

Universidad Privada San Juan Bautista, Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión y Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo.

Además, el Colegio de Enfermeros del Perú, Colegio de Obstetras del Perú, Asociación Peruana de Facultades de Odontología, Aspefo; la Asociación Peruana de Facultades y Escuelas de Enfemería, Aspefeen.

También la Asociación Peruana de Escuelas y Facultades de Obstetricia, Aspefobsp.

El Colegio Médico del Perú, y otros colegios profesionales, han expresado una categórica postura en contra del cambio en el examen.

Una medida, aseguran, que desconoce el rol de la academia en la evaluación de los egresados de las carreras de ciencias de la salud.

VERSIÓN MINISTERIAL.

Sgún el ministro Vásquez el cambio introducido responde a la decisión de”romper un negocio” en el examen nacional a cargo de las asociaciones de facultades de ciencias de la salud, entre ellas Medicina, Odontología, Nutrición, Enfermería y Obstetricia, las cuales cobran una tarifa a quienes lo rinden.

“Este examen ha sido un negocio rentable que solo a la Asociación de Facultades de Medicina le permite recaudar S/ 4 millones al año. Los involucrados están dando un grito al cielo con el cambio”, ha declarado el jefe del Minsa.

ANÁLISIS.

En la última semana, el director general de la Escuela Nacional de Salud Pública, el ex ministro Óscar Ugarte renunció por desacuerdos con el planteamiento del Minsa.

“Creo que se ha conducido mal este proceso que ha terminado en esta confrontacion con las universidades, con el Colegio Medico, diversas instituciones con las cuales el Minsa, al contrario, debería tener una política conjunta”, dijo Ugarte a Correo..

el punto de partida de este conflicto, a decir de Ugarte es

“el error de convocar unilateralmente a este examen del Serums cuando se pudo haber hecho con tiempo para que sea una cosa conjunta con los colegios médicos y las universidades”.

“Lo que nosotros propusimos es que hay que hacer las correcciones necesarias pero eso hay que hacerlo en forma conjunta con las universidades y los colegios profesionales en mayo del 2025. El ministro no aceptó eso”.

“Es ahí donde vinieron los conflictos. Las universidades dijeron que en esas condiciones no participan, igual los colegíos profesionales”.

El doctor Ugarte atribuye el conflicto a la intransigencia del ministro: " Esta situación crítica ha sido forzada por una posición intransigente del ministro, creo que hay que rectificar”.

FAVORECIMIENTOS.

En opinión del exministro de Salud Abel Salinas el Minsa no tiene capacidad para una evaluacion de la formación académica de un egresado.

“Es cierto que con la proliferación de muchas universidades y facultades de medicina el nivel de los egresado se ha perdido bastante y tenemos una variedad muy alta de calificaciones”, señala.

A su juicio, el ejemplo más claro “es la universidade César Vallejo: las informaciones indican que más del 70% de los egresados desaprueban el Examen Nacional de Medicina (ENAM) a cargo de la Asociación de Facultades de Medicina.

El exministro asevera una percepción grave:

“Se podría decir que el ministro trata de favorecer a los egresados de César Vallejo, y otras similares. Por lo menos está salvándolos porque, lamentablemente, los egresados de dicha universidad, como de otras, podían hacer el Serums pero al momento de escoger las plazas eran los últimos en hacerlo (por sus bajas calificaciones)”.

“Entonces, ahora ya no van a tener esa limitación. Habrá que ver quién va a hacer los exámenes del Minsa para ver si realmente van a favorecer a algunas universidades, o no. Es probable”, remarca.

“Hasta la fecha ninguna universidad, ninguna facultad, ninguna sociedad civil, ni el Colegio Médico ha avalado este examen y no van a participar en la elaboracion de los exámenes”, observa Abel Salinas.