En un intento por deslindar responsabilidades, el presidente del Congreso, Alejandro Soto, admitió que hubo omisiones en las citas de su tesis de doctorado de 2017, tras una nota de Infobae que denunció supuesto plagio en dicho trabajo académico.
En un comunicado, afirmó que el texto fue oportunamente revisado por las autoridades de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (Unsaac), donde aprobó “todos los filtros académicos exigidos” con una nota sobresaliente.
Se juró inocente de cualquier copia o plagio, pero refirió que las omisiones en algunas páginas de su texto fueron “involuntarias e inadvertidas”, y que de ninguna manera se debería desmerecer su trabajo académico.
“Las omisiones identificadas posteriormente en algunos pies de página fueron involuntarias e inadvertidas, y no deben desmerecer el trabajo de investigación realizado por ninguna persona. Rechazo enfáticamente que haya cometido plagio”, sostuvo ayer el legislador de Alianza para el Progreso (APP).
También refirió que en 2017 la citada universidad no utilizaba el programa Turnitin para detectar plagios.
Caso. Su respuesta ocurrió poco después de que el portal Infobae afirmase que el programa Turnitin detectó que un 67% de la tesis de Soto tiene similitudes con otros trabajos de investigación.
No solo eso. El portal encontró también errores ortográficos y gramaticales, y que parte del plagio corresponde a artículos académicos de autoría de conocidos abogados como Carlos Urquizo y Julio César Castiglioni.
En el caso del primero, Soto habría usado una publicación de suya de 47 páginas (2007). De Castiglioni habría copiado hasta el 26% de sus textos.
Finalmente, se detectó que también utilizó párrafos de portales como significados.com y monosgrafías.com.