Pedro Castillo ha presentado varios relatos, de considerable imaginación, para justificar el golpe que proclamó en el mensaje a la nación del 7 de diciembre.
Antes, partidarios suyos como Guido Bellido sostuvieron que Castillo había sido drogado. En redes, cuentas anónimas aseguran que “le apuntaban con metralleta” para que leyese, y por tal razón, temblaba.
Pero el lunes, el abogado Eduardo Pachas, en conferencia de prensa, llegó a sostener una versión nueva.
“(...) se vio obligado a leer el discurso, fue arrinconado, emboscado y con amenazas de muerte hacia su persona”, dijo el profesional ante un atónito grupo de reporteros.
EX ABOGADO.
Esta versión es puesta en duda incluso por el abogado Benji Espinoza, el afanoso ex defensor de Pedro Castillo. Espinoza se permitió ´escuelear´a Pachas.
“Cuando uno construye una teoría del caso (...) la historia tiene que ser, además de consistente y coherente, creíble, razonable por sí mismo”.
Prosiguió: “A mí me parece que esa teoría que se ha deslizado ayer, en relación a una amenaza de muerte, no lo es”.
Espinoza, como es sabido, abandonó a su cliente apenas este perdió su alta capacidad de pago.
Sobre el mismo asunto, Wálter Ayala, actual abogado de Pedro Castillo (para asuntos constitucionales), dijo anoche que no sabe quiénes amenazaron de muerte al expresidente, pero se negó a hacer una valoración técnica-jurídica de esa versión, incómodo con el tema.
PSIQUIÁTRICO.
Al respecto, el legislador Hernando Guerra-García (Fuerza Popular) compartió su incredulidadad frente al relato del abogado Pachas.
“Yo creo que, cada vez, las declaraciones, tanto de Castillo como de sus abogados, ya colindan con la mitomanía. Creo que, de repente, podría haber un peritaje psiquiátrico al señor Castillo”, manifestó a la prensa.
Subrayó que la estrategia de Castillo y su entorno “ha sido victimizarse, crear un panorama internacional”.
