Las acusaciones contra Jorge Torres Saravia, exjefe de la Oficina Legal y Constitucional del Congreso, ahora no solo se restringen a la supuesta red de prostitución que habría operado en el Congreso, también se relacionan con Alianza para el Progreso (APP) y el Gobierno Regional de La Libertad.
Vicky Navarro, extrabajadora de dicha región y quien denunció a Torres Saravia, ofreció ayer un testimonio desgarrador sobre dicho ataque ante la Comisión de Fiscalización del Legislativo, que preside Juan Burgos.
Testimonio.
En su manifestación –entre otros puntos– aseguró que cuando era funcionaria en el Gobierno Regional de La Libertad le exigían trabajar como “trol” para la campaña al Parlamento de APP, incluso durante su horario laboral, y cumplir otras actividades que no eran propias de la función pública.
“He sido parte de los trols. Me avergüenzo, ahora, de haberle dado poder a este tipo de persona que está haciendo daño a la población trujillana. He sido trol y me avergüenzo. Yo, en mis funciones, creaba cuentas para bajar la información que salía en contra de cualquier político (de APP)”, reveló Navarro.
Relató que durante su trabajo en la región, los empleados recibían instrucciones para abandonar sus labores y participar en actividades de campaña.
“Nosotros salíamos en horario de trabajo y estábamos a disposición de nuestro jefe. Al mes salíamos hasta dos veces para cumplir con actividades de campaña”, añadió.
Es importante señalar que Navarro apoyó la campaña política de Luis Valdez, excongresista, durante el periodo 2020-2021.
“En Trujillo y toda La Libertad se sabe que, si obtienes un puesto en el gobierno regional, tienes que apoyar en la campaña sí o sí”, reiteró.
En este contexto, Navarro recordó que, como parte de esas actividades irregulares, tuvo que ausentarse los días 13, 14 y 15 de enero de 2020 para efectuar un viaje a Pacasmayo con Torres Saravia. Fue precisamente en ese periplo en el que, según su testimonio, ocurrió la violación.
DESGARRADOR.
La situación que terminó en el ataque sexual –narró– empezó el 13 de enero de 2020.
Detalló que viajó en un automóvil junto a su agresor, quien se jactaba de su poder y de las influencias que tenía sobre la prensa, en caso de que intentaran hacerle daño
En ese contexto, le dijo que estaba seguro de que Valdez alcanzaría una curul en el Parlamento y que, de ser así, la invitaba a ser parte de su equipo. La mujer no aceptó la propuesta.
Al llegar al hospedaje, aproximadamente a las 10:00 de la noche, Navarro intentó buscar un lugar para comer, debido a una gastritis y al cansancio por el largo viaje, pero no tuvo éxito. Fue entonces que contactó a Jorge Torres, su jefe, quien le envió su ubicación. Cuando la víctima llegó, encontró a su superior bebiendo con otra persona, a la que identificó como César Romero.
A pesar de que Navarro no quería beber alcohol, Torres Saravia insistió en que lo hiciera, incluso la tildó de aburrida por negarse. Bajo presión, comenzó a tomar.
Horas después, todos fueron a un restaurante a comer, y cerca de la madrugada regresaron al hospedaje. Una vez allí, Torres Saravia contactó a Navarro para que realizara el conteo de materiales, como lapiceros y cuadernos, a pesar de que ya era tarde.
Cuando Navarro se dirigió a la habitación 304, su jefe cambió el tono de la conversación, convirtiéndola en más privada. Le ofreció cerveza, de la que apenas bebió y poco después empezó a sentir que se desvanecía. La víctima contó que hubo un momento en que no podía sentir las piernas y que, en un intento de pedir ayuda, se arrastró hasta la puerta para escapar, pero perdió el conocimiento.
Cuando despertó, horas después, vio en ella indicios de que había sufrido una agresión sexual. Mientras trataba de entender qué había sucedido, observó a pocos metros a Torres Saravia, su presunto atacante, semidesnudo, y conversando por teléfono con su esposa: “Hola, mi amor, ¿cómo estás?”, fue lo que ella escuchó decir.
Una víctima más. La mujer añadió que, cuando fue a denunciar el hecho.
“Cuando fui a solicitar apoyo en Recursos Humanos para poder llevar a cabo la sanción administrativa contra mi jefe, me dirigí a exponerle mi caso a la licenciada Haidy Figueroa Valdez. Fui con lágrimas en los ojos y le pedí que me apoyara, que me había sucedido esto y que ya no podía seguir trabajando al lado de mi violador. ¿Y qué hizo ella? ‘¡Otra vez, Jorge!’, me dijo. Esa fue su reacción. ¿Qué quiere decir eso? Que ya había habido un caso similar anteriormente”, expresó la víctima.
Aseguró que no sería la única mujer agredida y que existirían otras que quizás no denuncian a Torres por temor. También refirió que Luis Valdez sabría de la violación.
Correo se comunicó con el Valdez, pero nos respondió que no declarará sobre el tema. También intentó comunicarse con Haidy Figueroa, pero sin éxito.
Fuentes congresales afirmaron que Figueroa, quien también llegó a ser jefa de Recursos Humanos del Congreso, habría sido reubicada en otra área del Parlamento.