Los restos del expresidente Alberto Fujimori son custodiados por policías mientras recibe la  visita de simpatizantes en el Ministerio de Cultura. (Foto: Jesús Saucedo / @photo.gec)
Los restos del expresidente Alberto Fujimori son custodiados por policías mientras recibe la visita de simpatizantes en el Ministerio de Cultura. (Foto: Jesús Saucedo / @photo.gec)

El fallecimiento del expresidente no paralizó el escenario de confrontación entre los admiradores del fujimorismo y los antifujimoristas. Por el contrario, terminó de exacerbar la polarización que suele alcanzar sus mayores puntos durante la campaña electoral.

Desde el miércoles 11 de setiembre, día en que falleció el exmandatario, representantes de la política se enfrentaron con posturas opuestas sobre el legado de Fujimori.

Mientras que sus seguidores se muestran acongojados por su deceso, enaltecen su figura y piden recordarlo como el presidente que estabilizó la economía en los 90 y acabó con el terrorismo; sus opositores “celebran” su partida, piden no olvidar sus actos de corrupción ni a las víctimas por las matanzas de .

EN BLANCO

Hay quienes recuerdan a por los aspectos positivos de su gestión. Para muestra hay varios botones.

Por ejemplo, el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, señaló que a muerte del exmandatario no pasa desapercibida por su mente.

“Recuperó el Perú de muchos problemas. Uno de ellos la amenaza del neocomunismo terrorista”, escribió en la red social X.

El expresidente , quien le otorgó el indulto en 2017, dijo que Fujimori deja varios legados como el terminar con la inseguridad y el cambio económico fundamental en el país.

“Si hacemos un balance, Fujimori ha sido un gran presidente del Perú”, afirmó.

La congresista Martha Moyano con simpatizantes de Alberto Fujimori durante su velorio.
La congresista Martha Moyano con simpatizantes de Alberto Fujimori durante su velorio.

En el mismo sentido se pronunció, vocero de (FP).

“Ha cambiada a nuestro país, nos deja un ejemplo de lo que podemos hacer, de lo que podemos alcanzar y de que nunca debemos dar por sentado una situación, sino que siempre debemos luchar”, apuntó.

Mientras que el exministro aprista Aurelio Pasto escribió: “Con virtudes y errores propias de todo ser humano, sus gobiernos marcaron momentos importantes en la historia del Perú”.

En el grupo de simpatizantes de Fujimori, también están aquellos que enviaron un mensaje directo a los antifujimoristas.

El excanciller Javier González Olaechea dijo no formar parte de las personas que odian o de quienes no saben distinguir entre los legados y las diferencias de hace 25 o 30 años.

“Los odiadores y violentos no deben tener cabida en una democracia representativa”, dijo.

La congresista Adriana Tudela (Avanza País) señaló que el odio de los detractores de Fujimori “jamás significará más que el coraje que él tuvo para tomar decisiones difíciles que mejoraron las vidas de millones de peruanos y que transformaron al Perú sin vuelta atrás”.

destacó que existe un antes y un después en el Perú gracias a Fujimori.

“Cierren la página de odio, tomen agua de azahar y si son creyentes oren. Sino quieren hacerlo, respeten el dolor y cállense”, reclamó la legisladora.

César Acuña, líder de APP, acudió al velorio del expresidente Alberto Fujimori. Foto: César Bueno @photo.gec
César Acuña, líder de APP, acudió al velorio del expresidente Alberto Fujimori. Foto: César Bueno @photo.gec

EN NEGRO

Por el otro lado está el bloque opositor que utiliza en campaña electoral el caballito de “¡Fujimori nunca más!.

Precisamente, la excandidata presidencial fue una de las primeras en cuestionar que el expresidente reciba las honores de Estado, pese a que le corresponden por el cargo que ostentó.

“Solo un gobierno mafioso y asesino podía darle ´funerales de Estado´ a un mafioso y asesino. El régimen fujimorista está vigente”, reclamó.

La congresista aprovechó la oportunidad para calificar a Alberto Fujimori de “asesino”, “dictador” y “corrupto”.

“Su legado de corrupción, violaciones de derechos humanos y autoritarismo no se borran con su muerte”, indicó la izquierdista.

Su colega Susel Paredes también dejó un mensaje: “Fujimori ha muerto entre sus hijos y será enterrado en una tumba con su nombre , las madres de sus víctimas no han tenido esa suerte”.

Por su parte, la cantante Susana Baca no tuvo mejor idea que equiparar el deceso de Fujimori con el del genocida Abimael Guzmán.

“No tengo ni una lágrima ni una tristeza para regalarle. Se va sin pagar sus culpas, sin pedir perdón por los crímenes y al igual que, con Abimael Guzmán, se acompañarán desde hoy y para siempre en a recordación del día de sus muertes. La memoria colectiva realzará el paso de ambos por nuestra historia como seres funestos, serán camaradas en su trascendencia”, escribió en sus redes.

La exministra de Cultura consideró que el período de Fujimori en la historia será el de la infamia y el hedor, pues se lo ganó a pulso.

“Este acontecimiento no es una alegría, ni una pena. Su muerte no tendría esa fuerza para significar algo, es solo la constatación de que no hay mal que dure cien años”, agregó.

ANÁLISIS

En diálogo con Correo, el analista político Enzo Elguera indicó que existe un odio hacia Fujimori y que este responde al interés de ciertos grupos políticos que les gusta continuar con una narrativa de resentimiento con el propósito de mantener un capital político.

Explicó que estos grupos, mayormente de izquierda, buscan obtener buenos resultados en los comicios. Sostuvo que buscan impulsar esa narrativa, lejos de buscar una reconciliación por hechos ocurridos durante el fujimorato, para que el electorado elija caras o rostros visibles antifujimoristas.

“El odio responde al capital político porque cada vez que uno tiene discursos que encienden la pradera, lo que vamos a tener es que se incremente el resentimiento”, señaló a Correo.

Por su parte, el especialista temas políticos Enrique Valderrama manifestó que el odio a Fujimori es realmente existente y es impulsado por la izquierda marxista radical.

“Básicamente porque Fujimori desmonta -valiéndose de un golpe de Estado y otros abusos- el Estado velasquista”, opinó.

Consideró que este tipo de pasiones se reducirán con los años.