Vicente Romero Fernández sabe que podrían quedarle pocos días como titular del Ministerio del Interior. En esta entrevista con Correo, hecha un día antes de la sentencia contra Vladimir Cerrón, explica cómo encontró el sector, las acciones que viene realizando en el marco de los estados de emergencia y otros puntos más de su “segundo tiempo” en el Mininter.
¿Cuál es su análisis de los primeros días del estado de emergencia?
Hicimos un corte hasta el día 12 (del estado de emergencia). Lo estamos haciendo semanalmente, pero para ese día hicimos un corte de los 12 primeros día. (Luego de la declaratoria) en San Juan de Lurigancho (SJL), San Martín de Porres (SMP) y Sullana se han reducido en los delitos que afectan a la seguridad ciudadana.
¿Puede cuantificarlo?
Por ejemplo, en SJL bajó el hurto en 20 %, el robo también. Bajaron los homicidios y el sicariato, pero subió la extorsión en másde 18 %, especialmente a comercios. En SMP bajó también en 18%. Tanto en hurto, robo y homicidio, pero la extorsión subió a más de 83 % y el sicariato no se registró en estos 12 días. En Sullana bajó 12 % en hurto, robo y homicidios y esos días no se registró sicariato, pero sí subió la extorsión en 36%.Hemos hecho un análisis y, como hay control territorial en las calles, los extorsionadores ya no están sueltos digamos haciendo la extorsión directa a las personas, entonces empezamos a hacer más extorsiones vía telefónica.
Pero, señor ministro, ¿cómo llegamos a este punto? ¿Estamos perdiendo contra la criminalidad?
Yo creo que no (...) estuve hace pocos días en Piura en una rendición de cuentas donde estuvo el gobernador, algunos alcaldes y el jefe de región decía que ha bajado bastante el tema de los robos y, sobre todo, también de los homicidios, lo que no pasa cruzando el puente, en Ecuador. Allí se producen entre 3 a 5 muertes diarias y hace poco asesinaron a un candidato presidencial (Fernando Villavicencio) y ha habido también situaciones bastante complicadas a nivel de los penales, muchos asesinatos en la vía pública, mucha violencia...
Pero en el caso peruano, ¿cómo hemos llegado a esta situación?
Lo que ha pasado en estos últimos tres o cuatro años, especialmente desde que empezó el flujo migratorio (...) es que esta crisis migratoria agudizó el crimen trasnacional, tanto de Colombia como de Venezuela, de lo cual hemos sido testigos como el caso Tarache y “Maldito Cris”. Si a esto le agregas el mercado ilegal de armas... cómo podemos explicar 14 toneladas de munición en Tumbes, en el mes de junio, que la policía intervino y que estaban por salir a Ecuador...
¿No considera usted que es una salida muy fácil echarle la culpa a otros?
Voy a explicarte qué es lo que ha pasado, por qué ha aumentado esta violencia. Son cuatro temas que han marcado los tres o cuatro años: el problema de los altos niveles de victimización, percepción de inseguridad y más violencia...
Sus detractores dicen que la declaratoria de emergencia fue improvisada ¿qué les respondería?
No, en absoluto. Nosotros articulamos con la Policía. Evalúen ustedes que son los técnicos, los especialistas, hagan a sus apreciaciones de inteligencia, hagan sus apreciaciones de situación y ustedes son los que nos tienen que decir dónde podemos hacer, pero el punto que rompió el vaso fue que en una semana arrojaron granadas de guerra seguidas y obviamente perjudicaron a personas.
¿Qué hacen las Fuerzas Armadas en los distritos en emergencia?
Ellos hacen como un acompañamiento en apoyo a algunos puntos estratégicos. La Policía, de acuerdo a las normas, solicita los lugares donde las Fuerzas Armadas pueden apoyarlos, o sea, eso es una coordinación permanente de acuerdo al dispositivo que se ha hecho eso. No es una cosa improvisada, mucha gente habla que no hay planes y no es así. Ningún efectivo policial o militar se mueve sin los planes de operaciones.
¿No siente que este pedido de la ciudadanía, que las Fuerzas Armadas ayuden a la Policía, es un fracaso de la institución, del Ministerio del Interior y del Gobierno?
Primero hay un clamor nacional. Eso, lo sabemos perfectamente, no es de ahora, es de mucho tiempo y piden dos cosas, justicia y seguridad. Quiero ser claro y enfático, hay un tema importante: la inseguridad se presenta por la impunidad, la injusticia, la informalidad y la indiferencia de las autoridades.
¿Cómo se evitará que la norma que faculta la retención de ciudadanos indocumentados no sea mal utilizada?
Esto está más orientado a las personas extranjeras, son los controles migratorios...
Eso no dice la norma, ministro...
La norma no puede ser discriminatoria, eso es importante. La Policía no te va retener 12 horas porque no te identificó. Si lo llevo, lo identifico e inmediatamente lo pongo en libertad, ese es el criterio de la policía, pero eso está ampliado por la dificultad que tiene la Policía para identificar a los extranjeros.
Pero ministro, la norma faculta a que, de acuerdo al criterio de un policía, este pueda intervenir a cualquier persona, así no esté cometiendo ningún delito aparente y lo van a retener entre 4 y 12 horas si está indocumentado...
Estoy hablando especialmente de la posibilidad de darle esta herramienta legal a la Policía por el caso de extranjeros...
¿No le parece que es buscar una aguja en un pajar?
No, al contrario, la norma permite a la Policía poderlos identificar. Somos un país que recibe a muchos extranjeros. Todos aquellos venezolanos, colombianos, ecuatorianos y de cualquier país están permitidos de vivir aquí siempre y cuando cumplan las normas.
¿Qué garantías hay de que no se va a abusar de esta facultad?
Yo creo que para mí sería una especulación. No estoy diciendo que no haya, a veces, un tema de abusos. Los hay y siempre los ha habido, pero la propia Policía limpia sus cuadros y acciona. Una muestra clara fueron los altos niveles de violencia que vivimos en Lima y todo el mundo se dedicó a ver, prácticamente, cómo la Policía respondió a las expectativas pese a que fue agredida brutalmente...
Pero hubo muertos en ese ejemplo que usted me está dando...
Yo asumí el 13 de enero y, actualmente, estoy concurriendo a la Fiscalía a responder todos los problemas que tengo que afrontar y es importante esa pregunta que usted me hace sobre los fallecidos porque la presidenta de la República tiene una responsabilidad política, los ministros de Estado tienen una responsabilidad de la estrategia política, los comandantes generales de las Fuerzas Armadas y Policiales, del tema del orden interno y el orden público, netamente de la estrategia operativa, los mandos intermedios también tienen una responsabilidad de las estrategias tácticas y hay también una responsabilidad de la estrategia de la ejecución de la operación. Hay varios niveles de responsabilidad...
Y hablando de estrategias ¿en qué consiste el plan Boluarte?
No hay y no es un Plan Boluarte...
Pero lo dijo el premier...
Sí, pero yo lo he dicho bien claro, ese no es el Plan Boluarte, es el Plan Perú Seguro y se lo dije (al premier Otárola) en el Callao, lo recuerdo mucho. Entonces, ese plan lo iniciamos desde el primer día. Estamos llenos de planes. Primero, tenemos que reconocer que hay planes de Estado como el Acuerdo Nacional, hay un Plan Nacional de Seguridad Ciudadana al 2023 que concluye este fin de año, hay una política nacional multisectorial de seguridad ciudadana al 2030, hay 10 políticas nacionales y también tenemos la política general de Gobierno donde hay un sexto eje que habla, específicamente, sobre la seguridad ciudadana.
Descartado el Plan Boluarte, el anuncio de la Policía del Orden y Seguridad ¿en que quedó?
Está en manos del Congreso. Nosotros lo presentamos el 28 de julio, a través de la presidenta de la República y tiene que ser debatido en el Congreso...
¿No mellaría la institución tener una segunda categoría de policías?
Al contrario, es un apoyo tremendo. El pedido de los policías de Orden y Seguridad no es una cosa improvisada, es una cosa bien manejada técnicamente porque todos los días recibo alcaldes que me piden más policías, más patrulleros, más comisarías y, obviamente, más cámaras de seguridad.
¿Entonces, la institución está en emergencia y no se da abasto?
No, pero sí necesitamos más policías. La policía no se da abasto efectivamente. Por eso, uno de los motivos de esta declaratoria de emergencia es para que nos apoyen las Fuerzas Armadas. Hacemos lo imposible.
¿Cuál va a ser la posición del Ejecutivo respecto a la ley que exonera la responsabilidad penal en el uso de armas en legítima defensa?
Está todavía en evaluación, todavía tenemos unos días para hacer un mejor análisis, pero obviamente también es entendible que ¿quién no quiere defenderse? Pero sí los requisitos y las medidas de control tienen que ser bastante exhaustivas. Acá le estamos dando una mirada más de cerca a la Sucamec.
Pasando a su futuro político, tiene tres mociones de interpelación y las tres se han aprobado con altos votos, ¿teme ser censurado?
No, no temo ser censurado porque creo haber contribuido. Lo más importante para un ser humano es hacer algo por su país...
¿Reconoce algún error?
Uno tiene que hacerse una autocrítica y un mea culpa. No hemos comunicado bien, tal vez como corresponde, pero sí le puedo decir que hemos trabajado sumamente duro y fuerte por tener un mejor país. Esa es la satisfacción más grande que me puedo llevar y estoy feliz y satisfecho de lo que pueda haber hecho, de poner al país nuevamente en democracia. En un momento muy difícil, tomé la rienda de este Ministerio del Interior y creo que vamos para adelante. Acá lo que solicito es que ayuden al próximo ministro del Interior si soy censurado para que no lo ataquen de la forma tan cruel, como a veces lo hacen conmigo. Si me censuran, bueno.
La mayoría de gente cree que la Policía ha sido infiltrada por la corrupción y hay varios hechos que lo demuestran ¿qué le diría a un joven que quiere ser policía y ve que hay generales, que según la Fiscalía, han pagado para llegar a ese puesto?
El mensaje que daría a los jóvenes que quieren ingresar a la Policía es que no pierdan esta gran oportunidad. Creo que una de las instituciones que mejor siente la satisfacción de un deber cumplido es ser policía y alcanzar un buen servicio. Tengo que reconocer que la policía tiene problemas de años, de mucho tiempo. Hemos venido trabajando para bajar la incidencia de corrupción.