La relación entre lo que comemos y cómo pensamos o sentimos es directa. Especialistas explican cómo ciertos nutrientes influyen en la concentración, memoria y bienestar emocional.
La relación entre lo que comemos y cómo pensamos o sentimos es directa. Especialistas explican cómo ciertos nutrientes influyen en la concentración, memoria y bienestar emocional.

La alimentación no solo determina la salud física. También influye de manera directa en la concentración, memoria y estado de ánimo, debido a la conexión conocida como eje intestino-cerebro, un sistema que comunica ambos órganos y regula respuestas emocionales, cognitivas y metabólicas.

El intestino contiene más de 100 millones de neuronas —una cifra comparable a la de la médula espinal— y produce hasta el 90% de la serotonina, neurotransmisor clave para el bienestar, el sueño y el apetito. Cerca del 70% del sistema inmunológico también se concentra en esta zona, reforzando su impacto en la salud integral.

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Cómo la alimentación influye en el bienestar

“La alimentación influye en el estado de ánimo por múltiples vías: modula la inflamación, impacta en la producción de neurotransmisores y en la composición de la microbiota intestinal que se comunica con el cerebro”, explica Lourdes Lazo Álvarez, nutricionista y docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Norbert Wiener.

Investigaciones recientes señalan que seguir patrones alimentarios de buena calidad, como la dieta mediterránea, se asocia con un menor riesgo de depresión y puede ayudar como intervención clínica complementaria.

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Nutrientes esenciales para potenciar la concentración

Los especialistas destacan que no existen alimentos milagrosos, pero sí nutrientes que, consumidos de manera regular, favorecen el funcionamiento cerebral óptimo:

Omega-3 para la función cognitiva

Estos ácidos grasos tienen evidencia sólida que respalda su impacto en la función cognitiva y la regulación de procesos inflamatorios. Están presentes en nueces, chía, linaza, salmón y caballa.

Vitaminas del complejo B

Son necesarias para la síntesis de neurotransmistores. Se encuentran en menestras, hojas verdes, huevos y pescados.

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Antioxidantes para proteger el cerebro

Mejoran funciones cognitivas y reducen la inflamación. Su fuente principal son frutas y verduras de colores variados.

Carbohidratos complejos

Mantienen niveles estables de glucosa, lo que favorece una atención sostenida. Se obtienen de raíces, tubérculos, menestras y cereales integrales.

Minerales esenciales

La falta de vitamina D, hierro, zinc y magnesio se relaciona con fatiga, baja concentración y alteraciones del ánimo.

Hidratación adecuada

Incluso la deshidratación leve puede reducir el rendimiento cognitivo, afectar memoria y atención, e influir negativamente en el estado de ánimo.

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¿Qué alimentos afectan el ánimo?

El consumo elevado de azúcares simples y ultraprocesados se ha relacionado con un mayor riesgo de depresión y ansiedad debido a mecanismos como la inflamación crónica y la alteración de la microbiota intestinal.

El exceso de alcohol o cafeína puede perturbar el sueño, generando efectos directos sobre la estabilidad emocional.

“La alimentación es una herramienta poderosa, pero debe ser parte de un enfoque integral. Lo ideal es acudir a un nutricionista para prevención y tratamiento. Tu plato puede ser tu aliado para una mente clara y un ánimo equilibrado”, afirma Lazo Álvarez.