Esta condición puede tener consecuencias significativas en su desarrollo como retraso en el crecimiento y en su evolución neurológica, fatiga, y mayor susceptibilidad a enfermedades.
Esta condición puede tener consecuencias significativas en su desarrollo como retraso en el crecimiento y en su evolución neurológica, fatiga, y mayor susceptibilidad a enfermedades.

La anemia en el Perú alcanzó al 43% de los bebés y niños menores de tres años, en 2023, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), superando los niveles registrados durante la crisis sanitaria de la COVID-19. “Ante esta situación, es crucial que los padres se comprometan con la importancia de prevenir esta condición, ya que a menudo puede pasar desapercibida, y tiene consecuencias significativas en el desarrollo físico y cognitivo de sus hijos”, compartió la doctora Suzanne Cortez, Subgerente Riesgos de Salud de RIMAC.

La anemia es una condición en la cual el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos para transportar oxígeno a los tejidos del cuerpo. Esto puede deberse a una deficiencia de hierro, ácido fólico, vitamina B12 u otros nutrientes esenciales para la producción de glóbulos rojos y hemoglobina.

Consecuencias:

En bebés y niños, la anemia puede tener consecuencias significativas en su desarrollo como retraso en el crecimiento y en su evolución neurológica, fatiga, y mayor susceptibilidad a enfermedades. Sin un tratamiento adecuado, estos efectos pueden persistir en la adultez, afectando la calidad de vida y aumentando el riesgo de enfermedades crónicas.

¿Cómo prevenir la anemia?

En la búsqueda de potenciar el bienestar general de los peruanos, RIMAC brinda las siguientes recomendaciones:

  • Prevención desde el embarazo: Es ideal que las mujeres embarazadas consuman alimentos ricos en hierro, ácido fólico y vitamina B12 para que cuando nazca el bebé tenga las reservas de hierro y pueda evitar la anemia desde los primeros meses de vida.
  • Lactancia materna exclusiva: La mejor alimentación para un bebé es la leche materna, además, es un alimento rico en hierro por lo que ayuda a prevenir la anemia. Se recomienda mantener la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses.

‘’No es recomendable dar leche de vaca al bebé antes de su primer año debido a que ésta dificulta la absorción de hierro.’’, recomendó la doctora Cortez de RIMAC. Ahora, si la madre por algún motivo no puede dar lactancia materna exclusiva y debe complementar la alimentación con leche en fórmula, se debe asegurar que esta contenga hierro para evitar deficiencias nutricionales en el bebé.

  • Suplementos de hierro: A veces, a partir de los 4 meses de vida, los médicos pueden recomendar suplementos de hierro, especialmente si el bebé tiene riesgo de desarrollar anemia o si no está recibiendo suficiente hierro. Es importante seguir las indicaciones del pediatra en cuanto a la dosis y la duración del suplemento.
  • Alimentación después de los 6 meses: Al llegar al medio año de vida, el bebé comienza a necesitar alimentos sólidos. Desde aquí, es recomendable darle alimentos ricos en hierro, como: carne roja, pollo, pescado, legumbres y cereales fortificados. Además, deben ser complementados con Vitamina C para mejorar su absorción.

Los primeros años de vida son clave para que desarrollo físico y cognitivo de los niños. Por ello, es ideal que acudan al control de niño sano para detectar y tratar cualquier problema de salud de manera oportuna.

‘’Si el bebé presenta síntomas como palidez, irritabilidad, cansancio excesivo o falta de apetito, lo ideal es hacerle un análisis de sangre para detectar posibles deficiencias de hierro u otros nutrientes’', finalizó Suzanne Cortez, subgerente riesgos de salud de RIMAC.

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