La calvicie masculina es una condición que afecta a hombres de distintas edades y que, en muchos casos, comienza a manifestarse desde los 20 años, especialmente cuando existe predisposición genética. No obstante, especialistas advierten que una detección temprana y el acompañamiento profesional pueden ayudar a frenar su avance.
La docente del Programa de Estilismo de la Escuela de Belleza y Estética del Instituto Carrión, Carla Ramos Obregón, explicó que si bien la genética es la causa principal, existen otros factores que pueden acelerar la caída del cabello.
“Factores como los hábitos diarios, el estrés intenso, las deficiencias nutricionales y un cuidado inadecuado pueden acelerar la caída del cabello. Un diagnóstico oportuno del cuero cabelludo es clave para saber qué productos usar y cuándo derivar al cliente a un dermatólogo”, señaló la especialista.
Hábitos cotidianos que favorecen la caída del cabello
Según Ramos Obregón, muchos hombres adoptan prácticas que perjudican la salud capilar sin advertirlo. Entre los errores más frecuentes se encuentran:
- Mala alimentación y estrés: Las dietas restrictivas o desequilibradas reducen el aporte de nutrientes esenciales para el cabello. El estrés crónico puede provocar una caída temporal pero intensa.
- Descuido del cuero cabelludo: El uso excesivo de productos químicos agresivos y una higiene inadecuada pueden obstruir los folículos y afectar el crecimiento capilar.
- Manipulación agresiva del cabello: Peinados muy ajustados, cepillado brusco del cabello mojado y el uso excesivo de herramientas de calor debilitan la fibra capilar.
Tratamientos profesionales para prevenir la calvicie
La especialista del Instituto Carrión indicó que existen tratamientos profesionales que permiten controlar y, en algunos casos, revertir la caída del cabello, siempre que el folículo se mantenga activo.
Entre los más recomendados se encuentran:
- Minoxidil tópico: Aplicado directamente en el cuero cabelludo, ayuda a mejorar la circulación y estimula el crecimiento capilar.
- Detox capilar: Limpia profundamente el cuero cabelludo, eliminando residuos, exceso de sebo y células muertas.
- Peeling capilar: Desobstruye los folículos mediante exfoliantes suaves o enzimáticos, favoreciendo la oxigenación y el fortalecimiento del cabello.
La importancia de la higiene capilar
El efecto de estos tratamientos se potencia con hábitos adecuados de cuidado diario, como lavar el cabello según el tipo de cuero cabelludo, realizar doble lavado, masajear suavemente con las yemas de los dedos y enjuagar completamente para evitar acumulaciones.
Asimismo, se recomienda aplicar acondicionador solo en medios y puntas, utilizar mascarillas hidratantes una vez por semana y evitar el uso excesivo de calor.
En los casos donde la caída está asociada al estrés, la recuperación del volumen y grosor del cabello puede ser incluso completa.
“Un diagnóstico profesional evita errores comunes, como usar productos inadecuados o aplicar tratamientos que no corresponden al tipo de cuero cabelludo. Ahí es donde el estilista técnico marca la diferencia”, concluyó Ramos Obregón.





