La exposición constante a contaminantes dentro del hogar inflama las vías respiratorias de los niños y los vuelve más vulnerables a infecciones severas, alertó un especialista en salud infantil.
La exposición constante a contaminantes dentro del hogar inflama las vías respiratorias de los niños y los vuelve más vulnerables a infecciones severas, alertó un especialista en salud infantil.

A pesar del calor propio de la temporada, los cambios bruscos de temperatura y la contaminación dentro del hogar mantienen en alerta a los servicios de salud, debido al impacto que estos factores tienen en los pulmones infantiles.

El Dr. Carlos Saavedra, director de la carrera de Medicina Humana de la Universidad Privada del Norte (UPN), advirtió que la exposición constante al humo de cocinas a leña, al tabaco y al polvo acumulado inflama las vías respiratorias de los niños, debilitando sus defensas naturales.

Riesgo de asma, bronquitis y neumonía severa

Según el especialista, estos contaminantes pueden desencadenar asma, bronquitis y neumonías severas, que figuran entre las principales causas de emergencia pediátrica en diversas regiones del país.

“El pulmón infantil es extremadamente sensible; la exposición continua a contaminantes en interiores disminuye su capacidad de respuesta ante virus estacionales y puede derivar en complicaciones”, explicó Saavedra.

Los niños que viven en viviendas con poca ventilación presentan mayor riesgo de desarrollar obstrucciones bronquiales, precisó.

Importancia del diagnóstico oportuno en emergencias

El médico señaló que, cuando un menor llega a un establecimiento de salud con dificultad respiratoria, la rapidez del diagnóstico y la capacidad técnica del profesional resultan determinantes para evitar complicaciones graves.

En ese contexto, resaltó la necesidad de fortalecer tanto la prevención en el hogar como la formación médica especializada, especialmente para la atención de emergencias pediátricas.

Tres recomendaciones clave para proteger los pulmones de los niños

Con el objetivo de reducir el riesgo de enfermedades respiratorias en la infancia, el especialista de la UPN brindó tres recomendaciones esenciales:

Ambientes ventilados y limpios

Mantener una adecuada ventilación reduce la concentración de contaminantes. En zonas rurales, se recomienda el uso de cocinas mejoradas con salida de humo al exterior para evitar la inhalación de hollín.

Evitar irritantes dentro del hogar

El humo del tabaco, el polvo, los ácaros y el pelo de mascotas inflaman los bronquios. Minimizar estos factores ayuda a reducir las crisis respiratorias.

Atención a los signos de alarma

Si el niño respira más rápido de lo normal, presenta falta de aire o fiebre persistente por más de tres días, se debe acudir de inmediato a un servicio de emergencia.

Prevención domiciliaria como primera línea de defensa

“La prevención en casa es la primera línea de defensa. Un pulmón libre de humo es un pulmón que puede defenderse mejor de los virus estacionales”, subrayó Saavedra.

Añadió que, ante una emergencia, “la diferencia entre la vida y la muerte radica en la rapidez del diagnóstico y la capacidad técnica del médico tratante”, competencias que —según indicó— se priorizan en la formación médica con simulación clínica en la UPN.

Las recomendaciones buscan reducir la incidencia de cuadros respiratorios severos y reforzar la importancia de un entorno domiciliario saludable, complementado por profesionales de salud altamente capacitados.