En el Perú, cada 22 minutos alguien intenta quitarse la vida y la gran mayoría son adolescentes de entre 11 y 18 años, según el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM). De igual forma, mencionan que, en lo que va del año, se atendió más de 4 800 emergencias psiquiátricas.
Para la psicóloga Antonella Galli, de la Clínica Ricardo Palma, estas cifras son alarmantes y, sobre todo, en las edades en donde debe haber más comprensión, comunicación y crecimiento de valores. “Pueden estar padeciendo de maltrato infantil, bullying, violencia doméstica o trastornos de la personalidad”, explica.
CÓMO AYUDAR
Muchas personas que padecen depresión no saben cómo manejar las situaciones de crisis. Y, aunque no se puede predecir en qué momento una persona va a intentar autolesionarse, es crucial identificar algunas señales de alerta. Por ejemplo, cambios de personalidad, irritabilidad, falta de energía para realizar actividades cotidianas, descuidar la apariencia e higiene o regalar pertenencias significativas.
Según la experta, la etapa crucial es cuando la persona empieza a realizar testamentos repentinos, estar enfocado en la muerte ya sea por medio de escritos, conversaciones o dibujos y decir advertencias de quitarse la vida. “En estos tiempos tecnológicos, también es importante ver qué postea en sus redes sociales porque podría escribir un mensaje relacionado con la muerte o una despedida. Conversar sobre qué los aflige, qué buscan y necesitan de la vida ayudaría a que esa persona se sienta sobrevalorada”, señala.