El esmaltado en gel y el rubber gel son opciones populares por su duración, pero requieren evaluación técnica, correcta aplicación y cuidados específicos para no afectar la salud de las uñas.
El esmaltado en gel y el rubber gel son opciones populares por su duración, pero requieren evaluación técnica, correcta aplicación y cuidados específicos para no afectar la salud de las uñas.

La manicura semipermanente se ha convertido en una de las técnicas más solicitadas por su acabado profesional, brillo y resistencia. Sin embargo, no todas las uñas reaccionan igual, ni todas las técnicas son adecuadas para cualquier persona.

Así lo explica Yurico Benites Delgado, docente del Programa de Manicure y Pedicure del Instituto Carrión, quien detalla que existen tres técnicas principales:

  • Esmaltado tradicional: menor duración, pero menos agresivo.
  • Esmaltado en gel: ideal para quienes buscan brillo intenso y resistencia.
  • Rubber gel: aporta estructura y refuerzo, recomendado para uñas débiles o delgadas.

“La técnica debe elegirse según el estado natural de la uña, su grosor y el estilo de vida de la clienta. No es solo una decisión estética”, señala la especialista.

Riesgos de una mala aplicación

Una aplicación incorrecta puede generar diversos problemas en la lámina ungueal, entre ellos:

  • Levantamiento prematuro del esmalte
  • Manchas verdosas por humedad
  • “Aros de fuego” por exceso de limado
  • Desprendimientos que debilitan la uña natural

Estos daños suelen producirse cuando no se respetan pasos básicos como la limpieza, preparación adecuada de la uña y el uso de productos certificados.

“Es fundamental que la clienta conozca el proceso para poder exigir un servicio profesional y seguro”, advierte Benites.

¿Cada cuánto tiempo se debe renovar la manicura?

Los especialistas recomiendan retirar o renovar la manicura entre los 15 y 20 días. Superar este plazo puede generar estrés en la uña natural, aumentando el riesgo de quiebre y debilitamiento.

Asimismo, existen señales claras para no aplicar manicura semipermanente, como:

  • Uñas extremadamente delgadas
  • Superficie escamada
  • Coloración rojiza visible
  • Uñas mordidas (onicofagia)

En estos casos, se recomienda priorizar tratamientos fortalecedores antes de cualquier esmaltado.

Cuidados básicos en casa

  • Usar guantes para tareas domésticas
  • No raspar ni retirar el esmalte por cuenta propia
  • Acudir siempre a un profesional capacitado para el retiro
  • Hidratar uñas y cutículas regularmente

“Una buena manicura no empieza con el color, sino con una evaluación técnica y un trabajo limpio y personalizado”, concluye la docente.