La Séptima Ronda de la Evaluación Continua del Impacto del COVID-19 (ECIC-19), realizada por la Fundación Baltazar y Nicolás, en alianza con la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y Copera Infancia, pone en relieve el escenario que afrontan actualmente las familias.
“A raíz de la emergencia sanitaria vivida a nivel mundial, los problemas en salud mental, se han vuelto más visibles; de hecho, si hablamos de una afectación en la salud mental de las madre (ansiedad, depresión, estrés u otro) en relación con el desarrollo integral de sus hijos, tendremos que decir que el resultado es un fuerte impacto en la maduración cerebral, ya que la falta de empatía, sensibilidad emocional y la capacidad para percibir señales del niño e interpretarlas correctamente; nos hará tener una reacción muy pobre frente a lo que los niños necesitan”, señala Rommy Ríos, Gerente de la Fundación ByN y Vicepresidenta de Copera Infancia.
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Los datos que nos ofrece la Encuesta Continua ECIC-19, son alarmantes, saber que siete de cada diez cuidadores/as, tiene dificultades de afrontar la tarea de padres, manejar las pataletas de los niños y manejar bien las tareas de cuidado y crianza de los niños, nos pone un panorama sombrío, frente a las habilidades que los niños puedan desarrollar de la mano de estas madres, que tienen estas dificultades, quizás reflejadas de los altos niveles de estrés, ansiedad y depresión que las agobia, agrega Ríos.
Si bien es importante resguardar la salud mental de los menores, también es indispensable tomar acción respecto a la salud emocional de las madres, ya que esta influye en el desarrollo y crecimiento de los hijos, así como en la relación de la pareja y la familia. En línea con ello, en el marco del Día de la Madre que se celebra cada segundo domingo de mayo, la especialista da a conocer algunas recomendaciones para cuidar la salud mental de las madres:
- Desarrollar actividades para compartir y fortalecer el vínculo. La importancia de distribuir las tareas en el hogar resultan siendo fundamentales, para fortalecer la unión familiar, incluyendo en las mismas la participación de todos.
- Expresión emocional. Aprender a comunicar lo que sentimos es una tarea fundamental en todas las personas, debemos aprender a no reprimir emociones y a tener una comunicación constante en la familia. Para ello, las actividades artísticas y lúdicas ayudan a explicar un tema o preguntar sobre cómo se sienten dentro de casa y qué consideran se debe mejorar para la convivencia.
- Evitar el estrés. Es importante compartir las tareas, reconocer que NO podemos hacerlo todo y llevar a cabo actividades que permitan recrearnos de forma individual (yoga) o alguna actividad recreativa, que puede desarrollarse en el campo junto con los niños.
- Buscar apoyo y acudir a un especialista. Recurrir a un psicólogo y contar con la asesoría de un especialista ayudará a conocer mejorar el manejo de las emociones tanto a nivel personal como en la familia en general.