Según estudio, casi el 50% de personas entre 18 y 24 años sufre de depresión  (Foto: EsSalud)
Según estudio, casi el 50% de personas entre 18 y 24 años sufre de depresión (Foto: EsSalud)

El deterioro de la salud mental en el país va en aumento conforme pasan los meses y la pandemia de la COVID-19 sigue fuera de control. De acuerdo al Ministerio de Salud (Minsa), aproximadamente 12 millones de personas, el doble de lo registrado antes de la epidemia, presenta algún trastorno mental y necesita atención psicológica o psiquiátrica.

Este problema revela, según los estudios, que los adolescentes y los jóvenes son los que más padecen de ansiedad y depresión. ”En prepandemia la prevalencia anual de trastornos mentales era del 21 %; es decir, de cada 100 probablemente 21 tenía algún trastorno mental -depresión o ansiedad-. De ese porcentaje, el 6.5 % sufría trastornos mentales severos, ahora esto se ha multiplicado por cinco y llegó el año pasado al 34 % solo en depresión. Calculamos que, actualmente, alrededor del 40 % de la población sufra de trastorno mental, lo cual multiplicado por 32 millones nos da alrededor de 12 millones de personas que ya requieran de atención por tener un trastorno mental o una enfermedad mental que dificulta su vida y requiere tratamiento”, declaró a Correo el director de Salud Mental del Minsa, Yuri Cutipé.

MÁS AFECTADOS. El médico psiquiatra Carlos Bromley señala que los adolescentes y los jóvenes son los que están sufriendo más deterioro en su salud mental. El primer grupo ve frustrado su aprendizaje y desarrollo socioemocional; presenta miedo a contagiarse o ser portador del virus; y, como nunca antes, tiene cercanía con la muerte de sus seres queridos.

Los del segundo grupo, de entre 18 y 24 años, sufren las carencias económicas que los obligan a interrumpir sus estudios y trabajar en empleos de alta exposición. Además, muchos sienten el recorte de su libertad, pues, ante las carencias, regresan a la casa de sus padres. “Los adultos estamos saliendo, hacemos trabajo presencial o remoto, compras y los adultos mayores cada vez están más alegres por la vacuna. Se sienten más seguros, pierden miedo a morirse, han aligerado su carga emocional, pero para los adolescentes y jóvenes no hay futuro ahí, la esperanza de la de vacuna para ellos está lejos”, sostiene Bromley.

SINTOMATOLOGÍAS. Cutipé menciona que, según una encuesta realizada en junio de 2020 por el Minsa y Unicef a 57 446 personas mayores de 18 años, 6 de cada 10 (61.5 %) informó sufrimiento por algún tipo de problema o sintomatología relacionada con trastornos mentales y del comportamiento. Las sintomatologías más frecuentes fueron problemas para dormir, de apetito, cansancio, concentración, ideaciones suicidas. (Ver infografía). “El grupo etario con mayor afectación depresiva fue el de 18 a 24 años (49.6 %)”, apunta Cutipé.

“Estábamos más pendientes de los niños, pensado que los jóvenes tienen suficiente fortaleza emocional para enfrentar estas situaciones, cuando son ellos los que han estado prolongadamente cerrados. Eso ha generado cada vez mayor malestar físico, emocional y aquellos que ya traían problemas de salud mental, han recrudecido sus malestares, en muchos otros empiezan a aparecer problemas más severos, como trastornos de ansiedad”, sostiene.

FALTA COMPROMISO. Frente a todo lo expuesto, el director de Salud Mental del Minsa expresa su preocupación de ausencia de compromiso del Gobierno actual, y de los candidatos que han pasado a la segunda vuelta, para aumentar la inversión en salud mental, a pesar de que el país tiene una Ley de Salud Mental - ley 30947- programas y planificación.

“Se ha triplicado la necesidad de atención en salud mental, no podemos seguir con 2.5 % de presupuesto, debemos llegar por lo menos al 10 % del presupuesto del sector salud. Esta inversión no solo debe ser en el Minsa, sino también en EsSalud que tiene 10 millones de asegurados”, afirma Cutipé.

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