El chico reality fue ayudado por un asistente de producción llamado Abner, quien le brindó el nombre del refrán que este debía adivinar en uno de los juegos de la competencia. Por esta razón, el equipo del programa decidió que el colaborador fuese el que recibiera un “tortazo” en el rostro y no el contrincante perdedor. Sin embargo, todo se salió de control y un amplio grupo de competidores se aprovecharon de la situación para lanzar más “tortazos”. (Fuente: América TV)