Las protagonistas de LAS MALAS habitan aquellos espacios que miramos con desprecio y vergüenza; esos lugares que —de una forma u otra— son parte de nosotros y reclaman nuestra presencia. Ellas, las travestis del parque Sarmiento esperan ser vistas y admiradas, así como son: con sus cuerpos gráciles y libres, con su maquillaje festivo y con el brillo pronunciado de sus trajes. De lejos, apuramos el paso para no verlas y esperamos que la presencia de cada una quede en el olvido; de cerca, sin embargo, reconocemos que en medio de ninguna parte tanto ellas como nosotros vivimos el sueño de morar un mundo en el que la tía Encarna y la tía Camila puedan vivir libres, sin ningún tipo de prejuicio. Camila Sosa Villada presenta en LAS MALAS a un conjunto de mujeres que sueñan y cantan sus más profundos anhelos, chicas que esperan realizar sus aspiraciones más nobles en un mundo que las desprecia.
VER MÁS: Ángel Ibarguren, una sola voz en dos libros
Camila Sosa no nos presenta una novela; es decir, no hay una declaración explícita de que lo narrado sea ficción. La historia que nos ofrece es fundamentalmente un testimonio en el que la misma autora da cuenta de las distintas circunstancias que vive un conjunto de travestis. Las acciones se centran en Camila, sin embargo, tan importante como ella es la tía Encarna, personaje crucial en la trama, pues no solo es quien cobija en su pensión a las chicas que de noche trabajan de prostitutas; es también la esperanza de estas cuando buscan la felicidad y el consuelo, cuando no la hallan.
¿UN POSIBLE RELATO AUTOBIOGRÁFICO?
No sería justo encasillar a LAS MALAS como un texto autobiográfico, pues tampoco hay una declaración visible que lo respalde. Una autobiografía es la afirmación voluntaria y subjetiva de lo que el sujeto autobiográfico pretende representar de sí mismo y, sobre todo, de lo que no desea revelar. Desde una lectura autobiográfica, Camila Sosa genera un espacio de reflexión en el que la vida auto referenciada de la protagonista visibiliza la condición abyecta que sufren —día a día — gays, prostitutas, lesbianas y mujeres en gran parte de Latinoamérica. Sin negar lo autobiográfico, es necesario resaltar que en LAS MALAS también se propone al lector un juego de equívocos y aciertos en el que las líneas que dividen lo real de lo ficticio se desdibuja constantemente. En este sentido, hay en el texto toda una propuesta autoficcional que permite al autor hablar de sí mismo y de los demás con mayor libertad, sorteando cualquier posibilidad de censura, sobre todo, la propia.
PUEDE LEER: Ternura e inocencia en El pequeño pirata de Alejandro Calle García
Leonor Arfuch afirma que en el espacio de lo autobiográfico existe un valor memorial que trae al presente narrativo la rememoración de un pasado, con su carga simbólica y su experiencia traumática, para la experiencia individual y/o colectiva. Desde mi perspectiva, LAS MALAS podría ser explicada en la tradición que propone esta autora. La protagonista de esta historia no solo narra los acontecimientos que la acompañan y que la unen a sus compañeras, también relata los hechos que marcaron su pasado. En ella se aloja, sobre todo, la época en la que vivía con sus padres y en la que aún no era una de las chicas travestidas del parque Sarmiento; “en las noches de mi infancia escuchaba a mis papás pelearse a golpes”. “Todo es espejo: busco la violencia, la provoco, estoy sumergida en ella como un baño bautismal”, añade. La narración del presente comparte su lugar con el pasado, no como una simple evocación, sino como una exploración de sentimientos, emociones y justificaciones que, desde la experiencia del trauma, se pueden contar.
LEER AQUÍ: Los comienzos de Oscar Colchado en Chimbote
Un relato de anhelo y frustraciones
Ahora bien, lo más significativo de LAS MALAS no es la novelización que la autora hace de su propia vida ni los recursos estilísticos literarios que ha usado para cumplir su propósito; Camila Sosa Villada ha encontrado en esta narración testimonial un cauce de libertad a través del cual puede comunicar deseos, frustraciones y anhelos individuales que se colectivizan para hacer de su voz el reclamo de muchas; “El relato mil veces escuchado de mi doloroso nacimiento se diluye como el azúcar en el té. En esa casa travesti, la dulzura puede hacer todavía que la muerte se amedrente”. Ya no se trata de una sola vida auto representada según motivos biográficos y ficcionales, se trata de un conjunto de voces que reclaman ser felices.
Las protagonistas de LAS MALAS habitan aquellos espacios que son tan iguales y comunes al de todos y en el que cada una busca encontrar la mayor cantidad de momentos felices. Las protagonistas de LAS MALAS sueñan y cantan sus más profundos anhelos, esos que son tan humanos y tan terrenales como los nuestros. Las protagonistas de LAS MALAS esperan, sobre todo, ser tratadas por igual y que la noche no las deje en el olvido.
LE PUEDE INTERESAR
- Salpo mágico: el nuevo destino turístico en la región La Libertad
- La Libertad: Presentan muro de 4,500 años de antigüedad en Huaca Tomabal
- Chicama: “Ciudad de leyenda, llave y perla del Valle” en la región La Libertad
- La Libertad: El imponente santuario de Nuestra Señora de Guadalupe
- Cascas, un tesoro por descubrir en La Libertad
- La Libertad: La antigua iglesia de Jolluco, ubicada en la provincia de Gran Chimú
- La Libertad: Las “wankas” del distrito de La Cuesta