Celeste Viale publica "Las aventuras de Blas, el zorrito audaz".
Celeste Viale publica "Las aventuras de Blas, el zorrito audaz".

Hace 20 años, “Blas, el zorrito audaz”,  subió por primera vez a las tablas del Teatro Británico  de la mano de su autora, Celeste Viale, y de su director Alberto Ísola. El zorrito andino de la selva alta del Perú, tan inquieto como aventurero, no quiso quedarse  con una sola entrega de sus andanzas, es así que a través de su creadora, tuvo el protagonismo en una segunda obra: “El zorrito audaz y el ave voraz”, y luego en un tercero llamado “El zorrito audaz en peligro en la selva”.  En pleno 2025, esos tres textos de Celeste Viale son reunidos en “Las aventuras de Blas, el zorrito audaz” (Editorial Rojo & Negro) libro merecedor de los Estímulos Económicos para la Cultura 2023.

¿Cómo nace Blas  para el teatro? En realidad, esta obra fue la primera producción que hizo “Coladecometa”, que es una asociación que formé con Alberto Ísola. Llegamos a la necesidad de un mayor desarrollo del teatro para la infancia,   y bueno, teníamos que empezar a trabajar. Soy dramaturga, escribí una obra y Alberto la presentó, ese fue nuestro primer acuerdo.

Un acuerdo que terminó con la aparición del zorrito andino.
Blas surge a partir de querer incorporar nuestra realidad natural y social. Esa es un poco la esencia de la obra, recoger algunos aspectos de la realidad que fomente lo que somos, que tenemos, lo que respiramos, entonces surge este zorrito.

La obra va más allá de presentar un personaje simpático para divertir a los niños.
La idea es tomar un personaje que pueda conectar,  transitar, descubrir, este mundo,  saber que tenemos una rica fauna, que hay el zorrito andino, está la taruca, el ojo de anteojos, que nos pertenece, que son animales propios de nuestra fauna. La idea fue rescatar lo nuestro,  ahí nace el zorrito andino Blas, con su compañera osa,  la taruca,  la vizcacha, la taricaya, todos están en riesgo de extinción.

"Hoy, los niños son mucho más intensos con toda esa cantidad de información a la que tienen acceso, son muy dispersos", dice Viale.
"Hoy, los niños son mucho más intensos con toda esa cantidad de información a la que tienen acceso, son muy dispersos", dice Viale.

Se dice que los niños como espectadores en el teatro son los jueces más implacables.
Así es, el niño es muy crítico, sincero, y expresivo, así como participa con los personajes y se hace parte de la historia, también rápidamente puede apartarse. Antes, cuando no nos gustaba la obra, uno zapateaba y todo el mundo zapateaba, igual, siempre habrá una opinión contundente de los chicos respecto a lo que están viendo.

Hoy los niños están expuestos a los juegos virtuales, a los celulares, hay que apelar a nuevos elementos para garantizar su atención.                                                               Hoy, los niños son mucho más intensos con toda esa cantidad de información a la que tienen acceso, son muy dispersos, pero nosotros también tenemos una propuesta respecto a los padres. Nosotros consideramos que cada obra dedicada para la infancia también debe estar pensando en el adulto que los acompaña, son momentos de espacio, de oportunidad que refuerzan el vínculo papás e hijos, también hay que pensar en la persona que  lleva al teatro al niño o a la niña.

Siempre será importante y vital acercar a los niños al arte.
Necesitan cuentos, necesitan teatro, porque de esa manera también empiezan a descubrir el mundo a través del arte y a entenderlo. Los adultos no somos lo suficientemente efectivos como para comprender y ayudar a los niños, a identificar cuáles son sus angustias,  sus preocupaciones que también las tienen. Entonces a través del arte creo que el niño está mirando un mundo lúdico donde puede hablar, dar, qué se yo, va acercándose a lo que es la realidad interna y externa.

Con “Las aventuras de Blas el zorrito audaz” los niños se acercarán al teatro.
La verdad estoy muy contenta y muy agradecida porque hay libros para niños que son cuentos, pero teatro aquí no hay. Yo quería convertir a Blas en un cuento para que el  zorrito pudiera entrar en los colegios, pero fue justamente Alberto (Ísola) quien me dijo, no, nosotros tenemos que pelear para preservar el teatro, al contrario tenemos que desarrollar el teatro en las escuelas, no lo hagas, no lo hagas cuento, déjalo en teatro, ya encontrarás a alguien que lo quiera hacer. Y le hice caso.