Eduardo Adrianzén: “No me preocupa en absoluto la ‘posteridad’”. Foto: César Campos
Eduardo Adrianzén: “No me preocupa en absoluto la ‘posteridad’”. Foto: César Campos

Enviamos un cuestionario al dramaturgo y guionista Eduardo Adrianzén sobre su obra “Espinas”, que ha sido incluida en el segundo tomo del libro “Teatro Peruano: Colección Bicentenario” (ENSAD, 2020), y aprovechamos para preguntarle sobre la escritura, la lectura y el teatro, que tanta falta hace en tiempos de pandemia.

Tu obra “Espinas” cumple 20 años en 2021. Si la has vuelto a releer, ¿qué sensaciones te ha dejado volver a ese texto ahora?

Me sigue gustando mucho. Fue mi primer texto con una larga investigación histórica, y me costó mucho escribirlo. Creo que hoy no podría hacerlo distinto o mejor: quedó tal como lo quería hacer entonces y hoy querría hacerlo igual, me parece.

¿Tal vez, cuando cambie la situación con la pandemia, si es que cambia, “Espinas” pueda volver a ser presentada en las tablas, como se hizo hace poco con “Respira”?

Bueno, esta porquería de peste tiene que terminar en unos meses, y ojalá alguien se anime a montarla de nuevo alguna vez. Creo que los temas de mujer y abuso histórico pueden ser incluso más apreciados que antes. Feliz si vuelven a hacerla. La última versión el 2014 dirigida por Alberto Isola fue preciosa.

Cumples 25 años como dramaturgo. ¿Qué tanto ha cambiado tu manera de escribir desde que empezaste?

Mucho. Al inicio era muy fresco, muy mandado (hasta el 2000). De “Espinas” en adelante y hasta el 2015 (terminando con Humo en la Neblina, sobre Salazar Bondy) se me dio por la investigación y hacer obras como con peso histórico o filosófico. Ahora estaba en medio de una etapa diferente, que se ha cortado con la peste. El próximo año veremos.

¿Qué es lo que crees que todavía te falta hacer como escritor?

¿Falta? Nada. Si me muero mañana, normal, hice lo que quise en el momento que quise y pude, y que sentía la necesidad emocional de hacerlo. Si es que viene algo o si tengo futuro, haré lo que me nazca o me provoque en ese momento. Por suerte no me preocupa en absoluto la “posteridad”. Voy de acuerdo a mis propios ritmos. Si montan mis obras o las olvidan en el futuro, no me concierne, ni lo veré. Jamás me siento a escribir pensando en responsabilidades más allá de mi placer.

¿Ahora estás escribiendo para teatro virtual, como se ha estado haciendo, o para televisión?

No estoy escribiendo casi nada. Recién esbozando algo para ser montado quizá en un teatro normal y muy de cámara pronto, y recién esbozando otra cosa para el año próximo. No me provoca escribir para video teatralizado. Para eso, mejor hago TV como siempre.

¿Te parece que hay la suficiente distancia para escribir sobre lo que estamos viviendo con la pandemia?

¿Y por qué tendría que haber distancia? Si se quiere y/o necesita, puede escribirse sobre lo que pasa hoy, y normal. Sería un testimonio inmediato, de feeling social. ¿Por qué alguien tendría que ponerse reglas, normas o leyes para escribir? Que la gente escriba lo que le dé la gana.

Se han reabierto centros comerciales, restaurantes y se vienen los bares y discotecas. ¿Por qué crees que no hacen más esfuerzos para que los teatros vuelvan de manera presencial, con sus protocolos?

Porque al 97% de la gente no le importa si desaparecemos o nos morimos, o nos extinguimos para siempre. Le somos indiferentes a casi todos, menos a un 3% aprox. Que nos respeta, aprecia y sí va al teatro. Ese 3% es el único que me importa. A los demás, francamente los ignoraré igual a como ellos nos ignoran a nosotros. A corto y mediano plazo, solo me interesa esforzarme para esa pequeña minoría.

¿Qué has estado leyendo en estos meses de encierro?

Poco. No he tenido ganas ni ánimos. Volví a releer un poco del sudafricano premio Nobel Coetzee, uno de mis autores favoritos. Pero lo mejor ha sido ayudar en las correcciones de su novela a un amigo que publicará pronto. Esa lectura sí me entusiasmaba, porque veía como la novela mejoraba día a día.

Perfil

Eduardo Adrianzén es dramaturgo y guionista

Nació en Lima en 1964. Es escritor de televisión desde 1985 y dramaturgo desde 1995.Tiene más de veinte años de experiencia como guionista de miniseries y telenovelas.