Destacando su compromiso de mantener vivas las tradiciones y costumbres de la región, la picantería “Guaa Paisa” presentó diversas estatuas, donde se representan las costumbres del Bajo Piura con una decoración propia.
“Guaa paisa”, nace en la mente de Junior Castillo Sosa, quien quiso patentar este nombre tan del Bajo Piura, “mayormente usamos el “Gua” como dejo piurano y le agregamos el paisano, de aquí nace el nombre de la picantería”, nos dice.
Y es que dentro en su paredes existen coloridos letreros como: ¡Ay Cautivito, ojalá ese churre facineroso no vuelva!; ¡Tan poquito chii, más caga la soña!, ¡Mira al churre este, no sabe limpiarse bien el poto, y ya anda pensando en la enamorada”, son algunos de los dejos piuranos, que se aprecian en llamativos mensajes.
El último fin de semana las estatuas fueron bendecidas por la Licenciada, Lilian Seminario Cruz, subgerente de Desarrollo Turístico de la Municipalidad de Piura, quien felicitó al restaurante por contribuir a enriquecer la experiencia de los visitantes nacionales y extranjeros que se acercan a conocer los distritos del Bajo Piura. Cabe señalar que esta picantería “Guaa Paisa”, fue galardonada en el festival Achichalud realizado el pasado 25 de enero.
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PROMOCIÓN
“Queremos demostrar al turista al instante que llega a Catacaos, que tenemos viva nuestras costumbres, tradiciones y raíces ancestrales, por ello lo muestro en estas figuras del tamaño natural que he hecho confeccionar, que son de mi creación y las cuales las tengo patentadas”, señala el empresario.
Las estatuas fueron elaboradas en fibra con pintura acrílica, por el talentoso artista Gonzalo Bayona Bayona, quien recibió la idea y el bosquejo del propietario y en un promedio de 20 días plasmó las costumbres que se dan en el Bajo Piura y que son del gusto de los visitantes y turistas que llegan a la Heroica Villa.
“La “Chola amamantando”, es algo típico en los pueblos del Bajo Piura y que la encontramos en la calles o casas a diario, además se acompaña de la tradicional hamaca de tocuyo, entre cántaros, mechones, batán y la paredes de quincha y adobe”, enfatiza Junior Castillo.
La otra, es una “Chola que con el seno al aire trata de darle de mamar a su retoño tragón”, un churre ya de edad, pero que aún pide teta, mientras ella prepara la chicha de jora en los tinajones dejando al costado su alforja con su chicula.
“Esta creación se me vino a la mente luego de ver a mi prima haciendo los usos domésticos junto a su churre, y es que vengo que una familia que elabora la chicha y los churres maman hasta grandes, aunque ahora las costumbre ya se están perdiendo”, señala.
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EMPRENDEDOR
“Nosotros tenemos que motivar nuestros negocios, ya que la comuna de acá no tiene un compromiso que promueva a nuestras picanterías a seguir creciendo, como el mío que he tenido que idear algo novedoso para hacer atractivo al cliente turista, la vez pasada llegó una arqueóloga francesa, preguntaba un lugar donde se cocinaba en leña y barro la chicha y la comida y nadie le daba razón, pero lo encontró”.
Más adelante señala, “Si Dios lo permite, por ahora estoy enfocado en hacer un museo vivencial en la elaboración de la chicha, como se hacía antaño, para que los turistas, aprecien el verdadero valor de este néctar de los Incas, pero como lo antiguo en tinajas de barro y no en aluminio como se hace ahora”.
Para finalizar Junior Castillo dice, “agradecido a mi Dios, pues en estos dos cortos años, he sido reconocido por 2 años consecutivos como el de la mejor elaboración de la chicha de jora a nivel regional y ahora con mis “Cholas catacadas” han sido muy bien recibidas y he podido mejorar mi local”-
