El escritor húngaro fue reconocido por la Academia Sueca por una trayectoria que combina el absurdo, la melancolía y una profunda reflexión sobre el poder del arte ante el caos del mundo moderno. (Foto: EFE)
El escritor húngaro fue reconocido por la Academia Sueca por una trayectoria que combina el absurdo, la melancolía y una profunda reflexión sobre el poder del arte ante el caos del mundo moderno. (Foto: EFE)

El Premio Nobel de Literatura 2025 fue otorgado al húngaro László Krasznahorkai, a quien la Academia Sueca distinguió “por su obra convincente y visionaria que, en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte”.

El autor, considerado un gran narrador épico de la tradición centroeuropea, se convierte en el segundo húngaro en recibir el máximo galardón literario, después de Imre Kertész (2002). La Academia destacó su estilo caracterizado por “el absurdo y los excesos grotescos”, comparándolo con figuras como Franz Kafka y Thomas Bernhard.

László Krasznahorkai ganó el Premio Nobel de Literatura 2025. (Foto: @nobelprize)
László Krasznahorkai ganó el Premio Nobel de Literatura 2025. (Foto: @nobelprize)

Krasznahorkai, nacido en Gyula (1954), es conocido por sus relatos densos y existenciales que retratan sociedades al borde del colapso. Su primera novela, “Tango satánico” (1985), fue un éxito en Hungría y posteriormente adaptada al cine por el director Béla Tarr, iniciando una colaboración artística que se mantendría por décadas.

Apodado por Susan Sontag como el “maestro del apocalipsis”, el escritor exploró en obras como “Melancolía de la resistencia” y “El barón Wenckheim vuelve a casa” las tensiones entre el orden y el caos, la esperanza y la decadencia. En títulos más recientes, como “Y Seiobo descendió a la Tierra”, incorporó influencias orientales en un tono más contemplativo.

Críticos y medios europeos calificaron su elección como “esperada pero impecable”, resaltando la complejidad narrativa y la profundidad filosófica de su obra. Para algunos analistas, el Nobel de Krasznahorkai simboliza el regreso del premio a la Europa Central, tras la victoria en 2024 de la surcoreana Han Kang.

En declaraciones a Radio Suecia, el autor confesó que nunca aspiró a una carrera literaria:

“Solo quería escribir un libro, no quería ser escritor, porque no quería ser nadie. Mi vida es una corrección permanente”, expresó emocionado tras conocer la noticia.

Con este reconocimiento, la Academia Sueca celebra a un autor que ha hecho del fin del mundo una metáfora del alma humana y que, con su prosa hipnótica, ha convertido el pesimismo en una forma de belleza literaria.