Una historia de milagros que atrae a miles de fieles en el puerto de Paita.
Una historia de milagros que atrae a miles de fieles en el puerto de Paita.

Paita se ha convertido en el epicentro de la religiosidad de todos los peruanos y extranjeros que llegan hasta el puerto. Son miles de fieles que caminan sin cansancio hasta los pies de la advocación de María, convertida en .

El santuario alberga a la “Estrella de la fe y la Evangelización” llamada así por el Santo Papa Juan Pablo II, en su visita apostólica que hiciera a Piura un 4 de febrero de 1885.

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FESTIVIDAD

Por estos días Paita congrega a miles de fieles y devotos que llegan procedentes de varias regiones y del Ecuador, sin importar edad, sexo, ni condición social, que avanzan en largas caminatas hasta al santuario de “Mamá Mechita”, como le llaman de cariño, para agradecer los favores recibidos y solicitar su intercesión por nuevas gracias.

El recorrido lo hacen sin cansancio, con rezos y cánticos, en grupos o en forma individual, algunas hermandades llevan “Medallitas” que se van turnando en cargar acompañados de instrumentos musicales, que hacen más llevadera la caminata .

Los peregrinos luego de cumplir con la promesa en el puerto de Paita, de haber estado cerca de su maternal presencia y de recibir su bendiciones, regresarán imbuidos de fe a sus terruños. Otros en cambio, descansarán y tomarán el rumbo hacia la provincia de Ayabaca, pueblo andino que recibirá a todos en la festividad de su patrono Señor Cautivo.

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HISTORIA

Esta veneración de fe y esperanza lleva más de 5 siglos y su historia está llena de milagros y protección. Según cronistas fue en una ermita donde inició la evangelización de la Virgen de las Mercedes, edificación que fue destruida durante el ataque al puerto por Thomas Cavendish en 1587 y la imagen fue salvada de las llamas por un feligrés que la guardó en su hogar. Años más tarde fue atacada y saqueada por el corsario George Anson (1741).

La tradición narra que el corsario inglés incendió el puerto, al ingresar al templo de la Merced y saquear las piezas de valor, Anson intentó infructuosamente decapitar la venerada imagen de la virgen y solo le produjo unos pequeños cortes en el cuello.

Enloquecido, el corsario mandó que trajeran la imagen a la nave, pero al rato, estalló una terrible tempestad. Espantados los tripulantes por el robo sacrílego, lanzaron la estatua a sus aguas y al momento volvió la calma. Al día siguiente, fue encontrada en la orilla por unos pobladores quienes dieron aviso a los vecinos y en procesión, condujeron en hombros la efigie hacia su templo.

El 24 de septiembre de 1921, recibe la Coronación Canónica como Patrona de las Armas del Perú, nombrándola Gran Mariscala del Perú y en 1960 en el marco del VI Congreso Eucarístico celebrado en Piura, la Virgen de Mercedes recibió la Coronación Pontificia.

Ha recibido la medalla Gran Cruz al Mérito Naval (1971), medalla de honor del congreso (2005) y el nombrada como “Alcaldesa Perpetua de Paita”.