Desde hace 3 mil años, los cataquenses han forjado un singular estilo de vida que sigue llenando de orgullo a todos sus habitantes para dar a conocer su riqueza y expresión de sus gentes.
Quien quiera conocer las costumbres, tradiciones, personajes, gastronomía, religión, artes y todo lo referente a la historia de Catacaos lo pueden encontar en la sala histórica de la Casa de la Cultura ubicada en la calle Comercio.
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EL DEJO
Ahí podemos encontrar la vida común de los cataquenses en cada conversación dejando sus dejos con un acento cantarín, que es muy diferente a los demás, exaguerando las palabras con superlativos, como “Carisísimo” por la palabra caro o “grandazazazo” por grande. Además tienen un vocabulario propio que usan en el Bajo Piura, que llaman “Churres” a los niños o “Piajeno” a los burros.
Aquí algunos:”O te portas bien o te doy un cocacho”; “Esos churres son altazazazos”; “he visto hartisísimo churre”; “Traeme al churre para santiguarlo, hay bastante bullaazaza”; “Ya salió el solazazazo”; “Cuidadu te averguences y te vayan a dar chucaque”; “Gua, no se vaya a enchichar compadre, que mañana tiene que trabajar”, entre otros
En cuanto a ls historia se da a conocer Los momentos claves desde 1470 DC. con los curacazgos tallán anexados como parte del Tanhuantisuyo, hasta la actualidad, como capital de Artesanía y Gastronomía, sin dejar de mencionar el arte de la filigrana de plata, atractivo para los ojos del mundo.
En la mitad del siglo XIX el transporte en ferrocarril de Catacaos hasta Paita, el algodón pima y los sombreros de paja toquilla, exportados a varios países del mundo y que eran muy cotizados, además el boom sombrerero con don Calixto Romero.
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COSTUMBRES
Entre ellas, las velaciones, las misas de difuntos, el “pelamientos”, cortes de uñas. Además la Semana Santa que desde hace 400 años siguen imbuidos de la fe religiosa, la iglesia San Juan Bautista, el culto a San Dimas, Bajada de los Reyes Magos en Narihualá, los “Carnavales”.
Tambiéh destacan los artesanos en las zonas rurales como Simbilá (alfareros) , Narihualá (paja toquilla), Monte Sullón, Cumbibira y Pedregal Grande y las picanterías con los más sabrosa gastronomía típicas.
La calle Comercio, donde miles de turistas gozan de lo que le ofrecen los artesanos, personajes que dan vida a esta ciudad de la buena chicha de jora que se toma en “potazo” o en “Cojudito”.
