Es indiscutible que el cuento en general, y especialmente el infantil y juvenil, tiene en la región La Libertad uno de sus escenarios más propicios por su originalidad y plasmación artística, como lo acredita la producción de reconocidos autores: César Vallejo, no solo por “Paco Yunque” y otros títulos menos conocidos como “El vencedor” o “El niño del carrizo”; Ciro Alegría, a través de “Calixto Garmendia”, “La ofrenda de piedra” y los diversos relatos incluidos en su producción novelística; Luis Valle Goicochea, con “La cabrita Martina” y “Los zapatos de cordobán”; “El cilulo del abuelo”, de Horacio Alva Herrera, por citar no solo a los autores en cierta forma clásicos y reconocidos, sino también para destacar los altos méritos literarios de autores contemporáneos, como Danilo Sánchez Lihón (“Flor de mi aldea”, “Mi tierra clavada en el alma”), Angel Gavidia (“El molino de penca”, “Los días y el viento”), Gerson Ramírez Ávila, la figura contemporánea más representativa del cuento infantil y juvenil costeño (“Cuentos de la campiña”).
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LALO ALVA
En este fecundo escenario ubicamos la producción de Horacio Alva, cuyo principal antecedente literario lo constituye el hermoso y divertido volumen “Sucedió en Trujillo… anécdotas”, de gran acogida por los sectores intelectuales, educativos y literarios.
NATURALEZA Y CARACTERÍSTICAS DEL LIBRO
Curiosamente, el volumen no es de título convencionalmente literario, sino directo, denotativo, preciso; que no solo designa el contenido, sino a los propios destinatarios designados con una frase hiperbólica.
En correspondencia con la naturaleza de los cuentos producidos por el autor, advertimos como características principales: una extraordinaria, rica y desbordante imaginación; una sutil, original y extraordinaria capacidad de observación; una exquisita y desbordante sensibilidad y delicadeza; una original y poco común capacidad de observación, plasmada en múltiples casos y situaciones que para el común de las gentes pasarían inadvertidos; animismo, para dotar de vida a seres insensibles y materiales; personificación, para atribuir cualidades humanas a animales y seres inertes; desbordante ingenio y capacidad de imaginación, porque el autor no es un retratista de la naturaleza ni de las personas.
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SIN PROPÓSITOS MORALIZANTES O DIDÁCTICOS
Lo que al autor le interesa es crear una producción artística y plasmar vivencias, experiencias o imaginaciones a partir del sustrato estrictamente literario. Por eso seguramente se distancia de los relatos moralistas o de las lecciones pedagógicas. No es su propósito transmitir enseñanzas o lecciones, sino, en todo caso, una moral de la propia vida.
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NATURALEZA Y PLASMACIÓN
Además de las ideas expuestas, varios signos distinguen esta original y distinta obra para niños, jóvenes y adultos en edad escolar y en la propia vida. Entre las principales características de construcción y composición que distinguen este hermoso libro, encontramos una original y exquisita sensibilidad; la brevedad y agilidad de la técnica narrativa; la variedad y cromatismo de la vida; el interés en la construcción de una obra artística, lejos de preocupaciones didácticas y moralejas; un excelente manejo del lenguaje y los recursos expresivos; la ausencia de mensajes moralizantes; una riqueza de ternura; un certero manejo y dominio del lenguaje.
Todos estos y otros valores hacen de este libro una obra imprescindible no solo en los hogares, sino en todas las instituciones de todos los niveles educativos. El libro es un fecundo oasis pletórico de vida ante tanto automatismo, especialmente electrónico. Según lo expuesto, es un notable aporte a la educación de niños, jóvenes, familias, educación y sociedad en general.
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DESTINATARIO PLURAL
Según lo expuesto, el destinatario o lector es plural, abierto, ilimitado. Lo pueden leer o se les puede leer a los niños que aún no saben leer; lo pueden leer con avidez y mucho interés tanto los niños en la casa, como en la escuela; también, por supuesto, los colegiales y adolescentes en general; incluso todos los adultos de la casa o del trabajo; es decir, todos quienes al fin pueden encontrar en un universo electrónico que absorbe y anula la sensibilidad y la imaginación, la opción de un libro que recupera y reivindica la naturaleza espontánea de la propia vida natural, es decir no artificial ni cosificada.
De manera particular, con su flamante obra, el autor no solo prolonga y enriquece una fina, sensible y original estirpe paterna, sino constituye un extraordinario aporte de la literatura infantil de nuestra región a la formación de las nuevas generaciones, así como un renacimiento para las generaciones adultas.
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