Otro aporte primordial del libro de Luzmán Salas se relaciona con la importancia de redactar bien y correctamente los documentos en la vida social y laboral.
Otro aporte primordial del libro de Luzmán Salas se relaciona con la importancia de redactar bien y correctamente los documentos en la vida social y laboral.

Siempre el uso del idioma ha representado un reto para su uso correcto y adecuado en la comunicación personal y social; pero en la actualidad, de predominio de la comunicación electrónica en todos los espacios sociales y culturales, de crisis y alejamiento del libro y la lectura, el deterioro es aún mayor y clamoroso.

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Este fenómeno atraviesa todos los espacios educativos, incluido el nivel universitario, donde la experiencia es desalentadora y frustrante: los estudiantes no saben emplear mayúsculas, no saben tildar las palabras respectivas, sus expresiones rebosan de irracionalidades y pobrezas idiomáticas, son incapaces de separar las palabras en sílabas, no saben redactar ni componer documentos de su correspondencia ni otras clase de textos, no saben ni pueden leer oralmente textos sencillos; pero todos son expertos en el uso y manejo del celular, que ha asumido el rol de otro imprescindible del cuerpo humano, que acompaña a los usuarios en todos los actos de su vida cotidiana.

Pero el nivel no se presenta solo a nivel de los alumnos, sino de los propios profesores, quienes tampoco escriben ni leen decorosamente, salvo las excepciones de rigor.

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UN APORTE IMPRESCINDIBLE

En este contexto aparece un libro esperanzador, lleno de sabiduría, consejos y esperanzas. Su autor, el escritor, periodista y profesor universitario Luzmán Salas Salas, el más autorizado investigador y conocedor del proceso literario cajamarquino, acaba de publicar el año reciente un libro primordial para los usuarios de nuestra lengua; es decir, para todos nosotros, independientemente de nuestras profesiones, funciones y cargos: “Hablemos y escribamos bien”, quien, según declara textualmente: “se ha propuesto informar y motivar la atención de alumnos, profesores, padres de familia y lectores en general, en estilo sencillo y comprensible, acerca de las incorrecciones o errores más frecuentes y comunes cometidos por las personas en el uso de las expresiones orales y escritas del idioma castellano”.

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VOZ Y TRAYECTORIA IMPECABLES

Hay que tener en cuenta que el autor ha sido profesor de Lenguaje y Literatura en la Universidad Nacional de Cajamarca, donde también desempeñó los cargos de decano de la Facultad de Educación y secretario general de dicho centro superior de estudios; también ha sido decano del Colegio de Periodistas del Consejo Regional de Cajamarca. Además, es autor de fecunda producción intelectual, en cuyo conjunto figuran los libros de tema lingüístico y educativo: “En busca de la palabra”, “Lecturas selectas sobre Cajamarca”, “La prosa de los cajamarquinos”, “Prólogos, presentaciones y comentarios”, sin mencionar, por ahora, su brillante producción literaria.

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ALGUNOS ASPECTOS ILUSTRATIVOS

De la riqueza y variedad de aspectos que contiene el libro que comentamos, podemos mencionar, a manera de ejemplos, los siguientes hechos: No debemos decir “preveer” o “previendo”, sino “prever” y “previendo”,

No existe ni debemos decir “aperturar”, porque tal verbo no existe en nuestro idioma. La palabra que se debe utilizar es “inaugurar”.

Los nombres de los meses y los días de la semana se escriben con minúscula.

No se dice “el testigo” ni “la testiga”; en ambos casos solo debe usarse “el o la testigo”.

No se dice “el curriculum” ni “la currícula”; en ambos casos debe decirse: “el currículo” “los currículos”.

La palabra “cosa” debe usarse para designar objetos materiales y no como frecuente muletilla.

“Cumpleaños” y “onomástico” no son sinónimos. La primera expresión se refiere al aniversario del nacimiento; la otra palabra designa el significado o el porqué del nombre.

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REDACCIÓN Y PUNTUACIÓN

Otro aporte primordial del libro de Luzmán Salas se relaciona con la importancia de redactar bien y correctamente los documentos en la vida social y laboral: cartas, informes, constancias, certificados, solicitudes, memorandos, de tanta importancia en las diferentes organizaciones, instituciones y empresas.

Asimismo, el autor enfatiza en la conveniencia e importancia del uso correcto y adecuado de los signos de puntuación, especialmente: el punto, la coma, el punto y coma, los dos puntos. Nuestra experiencia al respecto comprueba el lamentable, bajo y deplorable nivel de los estudiantes universitarios y de muchos profesores en los aspectos relacionados ahora con el lenguaje escrito. La carta personal ha sido remplazada por el chat o la voz directa en la comunicación electrónica; pero el lenguaje cubre diversos aspectos de la actividad y la vida no solo personal, sino también colectiva, personal, social y laboral.

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PALABRAS FINALES

El mencionado maestro y escritor cajamarquino concluye su libro con este mensaje positivo y afirmativo: “Tenemos la seguridad de encontrar eco en nuestros lectores, quienes, poniendo la debida atención y la fuerza de voluntad, han de vencer los negativos y arraigados hábitos lingüísticos, y superar así los lamentables deslices al hablar y escribir, con lo cual se habrá logrado mayor eficacia comunicativa, mejores y más gratas relaciones interpersonales”.

Congratulamos al periodista, escritor y maestro universitario Luzmán Salas Salas por su nueva producción, que en esta oportunidad cubre un aspecto y problema primordial de la comunicación personal, profesional, social y cultural. Por eso, compartimos las palabras finales de su importante libro: “Quien lea las páginas de esta obra no solo habrá enriquecido su conocimiento lingüístico, sino se sentirá positivamente dispuesto a superar los hábitos equivocados en el uso de nuestro idioma, y habrá logrado así memorar con eficacia sus necesarios y loables recursos de comunicación interpersonal”.

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