Karim Benzema cumplió un anhelo de toda la vida: ganar el Balón de Oro. De hecho, el delantero admitió ello en el discurso que preparó cuando salió frente a todos los espectadores en París: “Desde chico soñaba con recibir este premio”. Y, en medio de la alegría, muchos notaron un gran detalle en el atuendo del goleador, pues no apareció con la venda que siempre muestra cada vez que entre en acción.
El francés acumula años luciendo una protección en una de sus manos. Para algunos fanáticos, se trata de una cábala que forma parte del ritual del ‘9′. No obstante, hay toda una historia detrás y todo se originó por un golpe que debió resolverse pasando por el quirófano, pero el deseo de competir a lado de sus compañeros, postergó el procedimiento.
Todo empezó el 13 de enero del 2019, en un choque frente a Betis. Ese día, el ‘Gato’ sufrió una caída y para amortiguar, puso la mano. Por lo brusco del movimiento, el dedo meñique del atacante de Real Madrid terminó seriamente afectado y los médicos señalaron que tenía que operarse.
Benzema, por el dolor, dejó el compromiso ante los béticos, tampoco saltó al terreno en el siguiente duelo de la ‘Casa Blanca’. Pero retornó ante Sevilla y la zona afectada estuvo vendada. Desde entonces, Karim ha utilizado este paño hasta convertirse en un clásico cuando aparece en el ‘verde’.
El testimonio de Benzema y la venda
Luego de cubrirse la mano, se desconocía si Benzema realmente se operó el dedo. Hace poco, el artillero del Madrid confesó que pasó por el quirófano y hasta surgió la posibilidad de repetir le procedimiento, pero, al igual que la vez anterior, se negó porque no tenía deseos de perderse partidos por lo largo de la recuperación.
“Primero hice una operación, pero cuando te operas tienes que estar de baja dos meses. Y yo quería continuar con mis compañeros. Me he hecho otra vez daño, pero ahora no tengo tiempo para parar y para pasar por otra operación. Por eso juego con el vendaje”, explicó.
Sobre lo último mencionado por el galo, al momento de levantar el trofeo del Balón de Oro, las imágenes mostraron una desviación en el dedo meñique. Ello porque el futbolista de la selección no ha querido visitar a los médicos y ya se acostumbró a la venda.