Una travesía. Eso es lo que vivieron Antonella Rocha (17 años), Hannah Navas (17), Fabiana Presentación (16), Nikole Cumpa (18) y Camila Rodríguez (20). Las cinco gimnastas lidiaron contra el desamparo de la Federación Deportiva Peruana de Gimnasia, que no vio el potencial de sus representantes en la rama rítmica y decidió no subvencionar su viaje al Campeonato Sudamericano de Cali. Al final, ellas sortearon los obstáculos, llegaron a su destino y se retiraron con una sonrisa gracias a la medalla de plata y otra de bronce que consiguieron, en las modalidades de cinco pelotas y all around, respectivamente.
Rodríguez, al llegar a Lima, nos cuenta más detalles de este viaje que nos enseña que la perseverancia tiene su recompensa y que la familia siempre está presente en los momentos más duros. Además, espera que los logros obtenidos en Cali, anime a las empresas privadas a confiar en el talento de ella y sus compañeras, pues todavía no llegan al límite de sus habilidades y sueñan con darle más alegrías no solo al país, sino también a la gimnasia rítmica nacional.
- ¿Qué sensación te dejó el Sudamericano en Colombia?
Este ya era mi tercer campeonato como titular del conjunto y como sucede todos los años, muy emocionante por la competencia y sobre todo porque es el único torneo de este 2021. Bueno, después, de los resultados me sentí muy orgullosa, feliz. Era como vivir un sueño, no queríamos que nadie nos despierte. Mis compañeras tenían esa misma sensación porque esas dos medallas son históricas para el equipo.
- ¿El viaje ha sido complicado?
Desde un primer momento pudimos ver la falta de apoyo de la federación. Sucedió con el Panamericano de Río. No asistimos porque no teníamos opción de ganar el cupo olímpico (Tokio 2020). Ellos no consideran que cada competencia te da otra experiencia, te prepara para mejorar a futuro y nuestro objetivo era subir al podio en este Sudamericano. Y para este certamen solo querían financiar a una gimnasta de las cinco que integramos el conjunto. Nos indicaron que no había presupuesto y que el tema lo resolvamos nosotras. Apostaron más por las individuales y al final, las únicas, de las 14 deportistas en Cali, que ganamos medallas fuimos nosotras, en conjunto. Nuestros padres cubrieron los gastos del viaje y se lo recompensamos con las medallas, con el esfuerzo.
- ¿Tuvieron en algún momento un gran apoyo económico?
Claro, para los Juegos Panamericanos de Lima 2019. También era otra junta directiva. Justo este año ha cambiado y no quieren apoyar a rítmica, en especial a conjunto.
- ¿Hay diferencias en el respaldo entre rítmica y artística?
La verdad es que siempre se ha sentido así. Siempre tiene prioridad la de artística al ser una disciplina con más años de práctica en nuestro país. La rítmica apareció ahora último.
- ¿No hubo ninguna empresa privada que se animó a apoyarlas?
No, pero también se debe a que la federación el mismo día que se cerraba la inscripción del Sudamericano, nos dicen que no tenían dinero y que teníamos tres días para conseguir 3 mil dólares. Al final, la CONSUGI (Confederación Sudamericana de Gimnasia) nos brindó más tiempo para reunir el dinero, que al final llegó con el financiamiento de nuestros padres. Enviamos varios oficios a las empresas, pero nos rechazaban.
- Ahora con la medalla de plata y bronce tienen una base para seguir buscando apoyo...
Estas dos medallas nos abren nuevas puertas, un nuevo mundo de oportunidades en busca de patrocinios porque no solo somos seleccionadas, sino medallistas sudamericanas, subcampeonas. Es una mejor imagen y estamos viendo las formas de cómo acercarnos a la empresa privada porque el otro año inicia un nuevo ciclo olímpico y debemos competir en los Juegos Suramericanos de 2022, en Asunción; prepanamericanos para Santiago 2023 y el Campeonato Sudamericano, donde defendemos el podio.