Alexandra Grande parece estar hecha de acero. Se levanta frente a las caídas, algunas más duras que otras, como su séptimo lugar en los JJ.OO. de Tokio 2020. Todo el Perú esperaba verla en el podio, con la bandera peruana flameando, pero el deporte es una ruleta rusa. Hoy puedes ganar y mañana perder. Eso entiende Grande, que no ve una derrota como un fracaso, sino como una esperanza para volver a renacer, como lo hizo en el Mundial de Dubái, en noviembre pasado, donde obtuvo la medalla de bronce y volvió a sonreír.
- ¿El proceso de recuperación tras Tokio 2020 fue bastante duro?
Yo sentía que las cosas no me estaban yendo bien. Empecé a entrenar sigilosamente tras los JJ.OO. Tenía tres eventos más por disputar en el año, una fecha de la Premier League, en Moscú, donde perdí en la primera ronda. Sentí que me faltaba recuperar algo más. Luego, en el Panamericano de Punta del Este, obtuve el bronce y tenía sensaciones de que volvía a confiar. Finalmente, llegó el Mundial, que para mí era sumamente importante por muchas cosas que tal vez después las comentaré. Esa medalla de bronce significa mucho. Hubiera querido llegar a la final, pero bueno, son cosas que pasan. De igual forma, estoy súper contenta con el avance que he dado.
- ¿Esos aspectos de los que te pronunciarás luego inician previo a los Juegos Olímpicos? ¿Son deportivos o extradeportivos?
Es un tema deportivo. Yo de aspectos personales no hablo, pero sí, son temas que nacieron previo a Tokio, pero que ya habrá momento para hablar de todo eso. Por lo pronto estoy feliz por lo hecho en el Mundial, en Dubái. Es la segunda medalla de Perú en esta importante competencia tras lo obtenido por Gladys Eusebio (Múnich 2000). Ahora, vengo yo a escribir otra historia. Eso me hace sentir muy bien, contento y me motiva a seguir trabajando porque todavía hay muchos sueños por cumplir.
- Imagino que fue duro asimilar lo ocurrido en Tokio 2020...
Yo sé que la gente se quedó con lo que pasó en los JJ.OO. “¿Qué le pasó a Alexandra? ¿No iba a ganar?”, habrán dicho. Creen que los deportistas de alto rendimiento somos unos robots de medallas y que tenemos que traerlo sí o sí. Es verdad que vengo siendo una de las mejores del mundo de estos últimos años y que todos se esperanzaron en que tenía que lograr una medalla, pero el deporte es así. No siempre uno gana o pierde. Perdí en Tokio 2020, me toco perder, pero acá estoy, al frente. Competí en un Mundial y fui la tercera mejor del planeta. En este evento no van diez karatecas, sino más de 60 deportistas en mi categoría. Tiene un valor muy importante y eso me hace sentir bien.
- ¿Recuperaste el hambre de gloria tras lo logrado en Dubái?
Yo siempre he querido más. Estoy bien. Nunca pienso en medallas. Siempre lo he dicho. Lo único que yo trato de reflejar en cada evento es que estoy entregando el 200% de mí, de darlo todo, de terminar contenta. Eso es lo que he hecho en este Mundial. He peleado súper bien después de tiempo. No marcaba patadas en el rostro y lo hice en todos mis combates. He recuperado eso y tiene un valor muy importante.
- Cerraste mucho mejor el año...
Termino siendo la primera karateca peruana en los Juegos Olímpicos, medalla en el Campeonato Panamericano y en el Mundial. Sigo siendo una de las mejores del mundo. Empecé de menos a más. Ahora, la otra temporada hay mucho por recorrer, eventos muy importantes. No se descansa.
- ¿Ya tienes un calendario de competencias para el 2022?
Tengo varios eventos, comienzo en febrero, con la Premier League, luego con el Campeonato Panamericano y recién me confirmaron mi participación en los Juegos Mundiales 2022, evento al cual clasifiqué gracias a mi buen desempeño en el Mundial. El otro año va a ser bastante grande al igual que el 2023. Nunca voy a descansar, siempre tengo participación internacional y hay muchos objetivos por competir.
- ¿Lo dices por los Juegos Panamericanos Santiago 2023?
Por supuesto. Tengo bastantes objetivos en la cabeza. Tengo otro Mundial también, que espero llegar a lo más alto. Ahora en cuento a los Juegos Panamericanos, primero tengo que pensar en la clasificación y justamente creo que el otro año se pelea esa opción en un torneo. En Santiago 2023 voy a pelear por el tricampeonato, por mi tercera medalla de oro y de repente cerrar mi vida deportiva con este importante logro.
- Haz pensando en que ese podría ser tu último torneo...
Puedo decir muchas cosas. En verdad mi mente está hasta el 2023, es lo que tengo pensando en mi cabeza. Ahora, que mi cuerpo pueda dar para más, ya no sé. Uno no sabe. Yo tengo 31 años y cumplo 32 en febrero, pero gracias a Dios me han detectado que tengo la recuperación de una persona de 23 o 24 años. Así que estoy todavía activa, viviendo saludable. Intento no romper mi rutina, como no amanecerme. Mi trabajo y lo que amo es esto, el karate, el deporte. Si quiero seguir más años, debo cuidarme y sé que todavía tengo para mucho más.
LA PROFESORA GRANDE
- La karateca Alexandra Grande no solo se enfoca en su carrera profesional, sino también forma a nuevos valores en su academia Dojo O’senshi, ubicado en jirón Áncash 3539, San Martín de Porres (altura de la cuadra 35 de la Avenida Perú).