Se llama Marco Antonio Dos Santos y a los 53 años decidió dar un giro radical en su vida motivado por su hijo Lucas. Hace dos décadas fue una de las máximas figuras del fútbol peruano y aunque se identificó con los colores de Sport Boys, alcanzaría el estatus de ídolo como protagonista del ansiado título de 1997 con Alianza Lima. Todos lo reconocen como Marquinho y hoy pasa sus días de cuarentena en Lima, lejos de su mujer y su mascota, pero ilusionado por convertirse en un youtuber de éxito.
¿Te costó mucho pasar de ser el entrevistado al entrevistador?
Te confieso que no ha sido sencillo, pero fue mi hijo Lucas quien me animó. Mi programa se llama ‘Tiro Libre’ y eso me gusta mucho, porque hace referencia a una especialidad mía de cuando era futbolista profesional. La idea ahí es entrevistar a exfutbolistas o extécnicos y disfrutar de sus anécdotas, hacerlo muy entretenido para que el hincha la pase muy bien.
¿Cómo te preparaste para dar ese salto al video?
Tengo que aprender mucho todavía, pero en mi vida nunca he tenido nada fácil, así que me gustan los retos. Esto de la tecnología es impresionante, me cuesta, pero poco a poco lo voy disfrutando. No soy obsesivo, pero sí me gusta investigar antes de hacer una entrevista, conocer y saber mucho de la persona que tengo enfrente. Siento que es también una forma de respetar a quienes ven el programa y me siguen en mi canal de Youtube. Me tengo que ganar los ‘likes’ con esfuerzo... (risas).
¿Encontraste referentes en esto de las entrevistas?
Yo soy hincha de Corinthians desde muy niño y mi ídolo máximo siempre ha sido Zico. Él tiene un programa de entrevistas que lo veo siempre y de paso, trato de copiarle cosas. Al invitado trato de hacerle sentir bien, no ser cargoso ni meterme en la vida privada. En Youtube me van a ver hablando solo de fútbol.
¿Resides en Lima o estabas de paso?
Siempre vengo por temporadas, este año llegué en febrero y estaba a punto de volver a Brasil cuando me agarró la cuarentena, así que llevó casi 4 meses sin salir de casa con mi hijo Lucas. Mi esposa Rosángela se quedó en Brasil. Pero no está sola, se quedó con mi perro Max que la cuida...
¿Pero aquí te sentirás como en casa?
Por supuesto, aquí yo me siento un peruano más porque la gente me reconoce y me quiere. Recibo mucho afecto y yo respeto y agradezco mucho eso. Mi club es Corinthians, pero en Perú soy mitad de Sport Boys, que me dio la posibilidad de jugar cuando nadie me conocía, y la otra mitad de mi corazón es de Alianza Lima, donde fui campeón y viví momentos increíbles como profesional.
¿Y cómo haces con la comida?
¡Me defiendo muy bien! A veces cocina mi hijo Lucas y a veces yo, la pasamos bien en casa haciendo el programa de Youtube, yo siempre he sido hogareño así que esto de no salir, como que no me cuesta.