Lamentablemente el fútbol profesional se ve empañado por una nueva denuncia de agresión física y esta vez, el club Sporting Cristal es nuevamente parte de este escándalo, pues una de sus figuras, el futbolista Martín Távara fue acusado por su expareja, la bailarina Angye Zapata de agresiones físicas y verbales durante los más de 2 años de relación que ambos tuvieron.
Ahora, Martín Távara se encuentra bajo investigación por parte del Sporting Cristal, quienes podrían rescindir su contrato o sancionarlo.
Este no es el primer caso en el que una mujer denuncia agresión por parte de un futbolista del Sporting Cristal. En años anteriores, vimos a otros futbolistas que terminaron siendo expulsados por el club rimense debido a sus abusos y en medio de escándalos mediáticos.
Ray Sandoval
El futbolista se descontroló en el 2017, Ray Sandoval faltó a un entrenamiento el cual no justificó y por eso fue enviado a entrenar con la reserva. Sin embargo, esto no sirvió de lección pues, en agosto del 2020 y en plena pandemia, Ray Sandoval fue arrestado por no respetar el toque de queda y de manejar su auto en estado de ebriedad.
No solo eso, el deportista chocó contra el carro de Sebastián Lizarzaburu y armó un escándalo en la calle pues el popular un ‘hombre roca’ estaba con su expareja. El club Sporting Cristal no lo pensó dos veces y decidió separarlo de sus filas.
Pato Alvarez
Otra de las figuras que se vio envuelta en un escándalo fue el portero Patricio Álvarez, más conocido como Pato Álvarez, quien fue acusado por su expareja Macarena Gastaldo de haberla agredido física y psicológicamente.
“No. Nunca (la maltraté), la gente que me conoce sabe que no. (Violencia psicológica) de mi parte no”, señaló el Pato Álvarez en aquel entonces.
Sin embargo, él fue expulsado de la institución rimense debido a que cometió un acto de indisciplina. Los vecinos del deportista denunciaron que el jugador realizaba reuniones sociales pese a las órdenes de confinamiento por la Covid-19.
De inmediato, el Sporting Cristal lo separó permanentemente del equipo profesional de fútbol masculino pues las actitudes del deportista iban en contra de los valores institucionales del club celeste.
“La institución es rigurosa en su postura de no tolerar actos de indisciplina y de exigir un comportamiento ejemplar que vaya acorde a nuestros valores y el propósito de construir una sociedad mejor”, se lee en parte del comunicado.