Sin notarlo han pasado tres años desde el encuentro disputado entre las selecciones de Perú y Colombia disputado en el Estadio Nacional. Nuestro representativo buscaba su clasificación al Mundial de Rusia 2018 y la incertidumbre era protagonista.
El cuadro dirigido por Ricardo Gareca venía de empatar a cero ante Argentina en el mítico estadio La Bombonera, partido que tuvo como figura indiscutible al arquero Pedro Gallese.
Ya en Lima, la selección peruana dependía de sí misma para lograr un cupo directo o al repechaje contra un rival de Oceanía con miras a clasificar a Rusia 2018.
El primer tiempo del partido ante los “Cafeteros” fue discreto. El nerviosismo se notaba en ambas escuadras a través de las pocas llegadas al arco rival y los murmullos en las tribunas podrían ser previsión de un escenario no deseado.
Este presagio se hizo realidad. A los 56 minutos del encuentro, James Rodríguez aprovechó un desconcierto en el área peruana tras un cabezazo de Falcao y logró el primer tanto del duelo.
Los murmullos se hacían más protagonistas en el Nacional. Ricardo Gareca realizó cambios en busca de respuestas y estas llegaron al minuto 77, luego de una heroica acción de Aldo Corzo.
El lateral disputó un balón divido con un cabezazo que terminó generándole un golpe en esa parte del cuerpo. El árbitro calificó la acción como jugada peligrosa y decretó tiro libre cerca al área visitante.
El juez anunció que se trataba de un tiro libre indirecto. Paolo Guerrero hizo caso omiso, miró al portero David Ospina y remató al arco. El portero ante la confusión decidió tocar el balón, pero no evitó el tanto.
Ese toque terminó por habilitar la acción. Era gol y las tribunas estallaban ante los reclamos de los jugadores visitantes. El encuentro acabaría así: empate a uno y puesto de repechaje. Lo demás es historia conocida.