Muchas personas tienen adicción al trabajo sin siquiera estar conscientes de ello. Esta es una patología que si no se reconoce a tiempo puede afectar la calidad de vida. Frente a este panorama, es importante identificar las señales de alerta para saber si se requiere de ayuda.
“Un persona con adicción al trabajo es alguien que trabaja compulsivamente, que experimenta una incapacidad para limitar la cantidad de tiempo que dedica al trabajo a pesar de las consecuencias negativas, como el daño a sus relaciones o su salud”, sostuvo Paula Cabalen, CEO de Consultophy.
Asimismo, la experta indicó que los trabajadores no se dan ese permiso de “tener más espacio en su vida personal”, de modo que prefieren decirse a si mismas que eso no es posible, ya que tienen que hacer esto o aquello para sobrevivir y así siguen repitiendo patrones familiares aprendidos.
“Basándome en mi trabajo y estudios propios y de entidades, he visto, paradójicamente, que todos quieren disfrutar de la vida, y que por esa razón, muchos dejan su vida trabajando”, añadió
¿Cómo identificar si eres adicto al trabajo?
De acuerdo a una investigación del Departamento de Ciencias Psicosociales de la Universidad de Bergen (Noruega), puede identificarse si una persona es adicta al trabajo a partir de siete señales.
Si responde ‘a menudo’ o ‘siempre’ en al menos cuatro criterios, hay algún indicio de que puede ser un adicto al trabajo.
- Piensas en cómo puedes liberar más tiempo para trabajar.
- Pasas mucho más tiempo trabajando que lo previsto.
- Trabajas para reducir los sentimientos de culpa, ansiedad, impotencia o depresión.
- Varias personas te han dicho que reduzcas el trabajo.
- Te estresas si te prohíben trabajar.
- No le das prioridad a hacer lo que te gusta.
- Trabajas tanto que ha influido negativamente en tu salud.
Características de personalidad identificadas como adictas al trabajo:
- Afables: es más probable que sean altruistas, obedientes y modestas.
- Neuróticas: tienden a ser nerviosas, hostiles e impulsivas.
- Intelectuales y creativas: son generalmente inventivas y orientadas a la acción.
En el estudio se encontró que los trabajadores noruegos más jóvenes tenían más probabilidades de ser adictos al trabajo. El género, el nivel de educación y el estado civil no parecían jugar un papel.
Los padres, sin embargo, eran más propensos a verse afectados, en comparación con los que no tenían hijos.