Algunas empresas cambiarán a cultivos más rentables, mientras que otras empresas tendrán que cerrar al no tener esa capacidad, o pasarán a la informalidad. . (GEC)
Algunas empresas cambiarán a cultivos más rentables, mientras que otras empresas tendrán que cerrar al no tener esa capacidad, o pasarán a la informalidad. . (GEC)

Por Christian Lengua

Desde el primero de enero del presente año entró en vigencia la ley de régimen laboral agrario aprobada por el Congreso de la República. ¿Cuál es el balance de la ley en estos dos años y medio? Gabriel Amaro, presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), comentó que no ha sido favorable para el sector al agregar sobrecostos, complicar las contrataciones y la negociación colectiva y otros temas que los han hecho menos competitivos.

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También dijo que urge que se publique el reglamento de este régimen, ya que en el caso de las empresas formales deben aplicar la ley de acuerdo a lo establecido, pero es necesario aclarar varias partes grises del régimen. Dicho reglamento debió ser aprobado uno el 15 de enero y otro el 30 de enero, pero aún no se publican, lo que según Amaro genera inestabilidad jurídica.

Respecto al efecto de la ley, el titular de AGAP indicó que lo que ha habido y lo que va a suceder es que van a dejar de producirse los cultivos menos rentables buscando mecanizar procesos para reducir personal. Mientras que otras empresas tendrán que cerrar al no tener capacidad de cambiar de cultivo, o pasarán a la informalidad.

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“Justamente el elemento más importante en este sector es el de salarios que constituye entre el 40% y 60% de todo el costo de operación, el mismo que se ha incrementado de manera antitécnica. Al final, el efecto de la norma no es lo que se buscaba. El problema no está en la [antigua] ley, sino en las autoridades que no hacen fiscalización”, precisó Amaro.

Ante esta situación, el especialista apuntó que se ha hecho más caro producir en Perú, lo que se convierte en un problema al competir con Colombia, Ecuador, Chile, Brasil y Argentina. En ese sentido, será más difícil que las inversiones lleguen al Perú porque encuentran mayor ventaja y estabilidad jurídica en otros países. Dijo que en Colombia, por ejemplo, están dando 10 años para inversiones en el agro con cero impuestos, y en Ecuador son 15 años.

Aún con todos los problemas, según cifras de INEI en la Evolución del Índice Mensual de Producción Nacional 2021, en enero pasado el sector agropecuario registró un crecimiento de 1,19% respecto al mismo mes del 2020, siendo uno de los pocos sectores que mantiene su crecimiento. Amaro refirió que es complicado medir mes a mes, porque son inversiones de largo plazo y el PBI crece porque hay producción por temporada, como en la pesca.

Recomendó al próximo gobierno y al nuevo Congreso que salga electo a recapacitar para mejorar o sacar una nueva Ley del Agro, protegiendo los derechos laborales, pero buscando ser más competitivos para atraer inversión.

EN EL CAMPO

Alejandro Zevallos es jefe de producción en el Fundo Pampa Hermosa de Supe, donde hace siete años se producen seis variedades de mandarina con un exportable altísimo. “Si sacamos 80 toneladas por hectárea, tenemos un 80% exportable que se va a Europa, China y Estados Unidos, y el resto se va al mercado local”, indicó.

Refirió que el agro ha venido creciendo exponencialmente, y la industrialización ha sido muy buena, dando trabajo formal a las personas de la zona. Sin embargo, en estos meses desde que se dictó el régimen laboral siente que en muchos casos ha favorecido la informalidad.

“Frente al fundo hay un grupo de contratistas que llevan a la gente informal a trabajar a fundos más pequeños, ellos ofrecen una paga que parece competir con lo que ofrecemos. Por ejemplo, si nosotros pagamos 47 ellos ofrecen 50, pero no le dan ningún beneficio. La empresa si ha sido afectada por esa coyuntura. Es una pena, porque lo que queremos es promover trabajo responsable para todos”, detalló Zevallos.

Sostuvo que hay detalles que el Congreso no ha tenido en cuenta al promulgar la ley, porque muchos trabajadores prefieren irse al informal, y eso hace retroceder a los formales. De todos modos, cree que el futuro del sector es promisorio.

EMPLEABILIDAD

En esa misma línea, Luis Quirós Rossi, decano de Ingeniería Agroforestal y Negocios Agronómicos de la Universidad Científica del Sur cree que el sector agrario ha dado un salto tremendo en los últimos años. Y a manera de acompañamiento de las nuevas tendencias, nuevos profesionales con un perfil acorde a las necesidades se suman al mercado.

“Ya no es el agrónomo que mandabas al campo, ahora el profesional del agro tiene conocimientos del mercado, piensa en exportación, en calidad, en finanzas, en marketing, está metido en más cosas”, manifestó el decano. Uno de los diferenciales, mencionó, es que ahora los profesionales están más enfocados en la sostenibilidad.

En el 2019, un estudio de Michael Page resaltó el valor de estas habilidades, lo que hace que le profesional del agro sea más cotizado, ya que los perfiles completos son difíciles de encontrar. Un profesional de agroforestal calza en posiciones como jefaturas de producción, supervisores de cosecha, administradores de planta, entre otros. Aunque un gran porcentaje se dedica a hacer su propia empresa.