Hans Rothgiesser
Hans Rothgiesser

Las barreras burocráticas también generan incertidumbre y quitan la opción de vender viviendas en plano, que son más baratas, dijo Hans Rothgiesser. En entrevista con Correo señaló que una salida al problema es promover el diálogo entre las empresas, las municipalidades y los vecinos. También recomendó fortalecer al Indecopi.


¿Las trabas municipales encarecen los proyectos inmobiliarios?

La decisión económica más importante de una familia es la compra de una vivienda. Hay tres partes que parece que no se ponen de acuerdo. Están las inmobiliarias, empresas privadas, cuyo interés es construir viviendas para vender a un público que lo necesita. Luego, las municipalidades y tiene sentido que revisen que las inmobiliarias cumplan con los permisos, que no obstruyan el paso natural de la calle. Está el vecindario, que quiere que lo molesten lo menos posible.


¿Entonces?

Las tres partes tienen que ponerse de acuerdo de alguna manera para que Perú cierre la brecha inmobiliaria porque la demanda por una vivienda es grande, pero la oferta no crece a la misma velocidad por la burocracia municipal, que a veces es irracional. Indecopi hacía un monitoreo para determinar que municipalidades estaba reduciendo la burocracia y se estaba llegando a acuerdos razonables con las inmobiliarias; pero también tiene el registro de municipalidades que están creando barreras burocráticas porque la ley se lo permite.


Barreras que encarecen...

Estas barreras burocráticas le generan varios costos a las inmobiliarias, además de incertidumbre porque no saben cuándo obtendrán la licencia final, además de enfrentar corrupción y una serie de cosas totalmente impredecibles que les reduce la opción de vender departamentos en planos, cuyo precio es más barato. Además, las empresas tienen más efectivo para seguir construyendo, pero, además, enfrentan problemas de inseguridad, llámese cupos, etc, que les encarece los inmuebles. En 2022, el déficit de viviendas en Perú, diferencia entre la oferta y la demanda, fue de 1 millón 800 mil unidades.


¿El problema es básicamente en Lima?

Es en todo el Perú. El INEI sacaba un boletín del monitoreo de las entidades públicas que más imponían barreras burocráticas. Esas cinco fueron la Municipalidad de Pataz (La Libertad); la Municipalidad Provincial de Huancayo (Junín); Lince y San Borja, ambas en Lima. La quinta es Cabanillas en Puno.


¿A quién compete poner orden?

Hay decisiones que como país hemos tomado y nos perjudican. Una es la no reelección de alcaldes porque genera la probabilidad de cometer acto de corrupción. Segundo es la descentralización, cuyo proceso se inició de forma muy desordenada; los técnicos recomendaban que sea algo gradual; hoy se tiene un desorden en Perú y el problema es que nadie se quiere meter con las municipalidades porque son un peligro político porque llegan directamente a la población.


¿Y el Indecopi?

En algún momento reclamó que las municipalidades no cumplieran con revelar sus menú de trámites y pidió se le dé capacidad para sancionar; se ha creado un ambiente en el que las municipalidades hacen lo que les da la gana. Creo que el trasfondo de todo esto es político porque se manejó el tema de la no reelección como un tema político. No reelegir a una autoridad simplemente le significa hacer un mamarracho en la única oportunidad que tienen y no les importa, lo hacen también los congresistas. Se necesita que Indecopi siga con su labor de identificar municipalidades que generan trabas burocráticas, además de facultarla a poder sancionar porque sigue siendo una entidad relativamente técnica.


¿Hay que fortalecer al Indecopi?

En realidad sería una decisión a largo plazo, lo que se necesita ahora es que haya más diálogo entre vecinos, gremios inmobiliarios y las municipalidades, que se lleguen a acuerdos más razonables


¿A quien compete convocar a un diálogo?

Podría ser la Municipalidad, el Ministerio (de Vivienda), podría ser el Indecopi también porque le compete eliminar barreras burocráticas. Podría ser el Arzobispado de Lima, puede ser cualquiera con liderazgo suficiente de sentar a los tres grupos en una mesa para tratar de llegar a acuerdos razonables porque detrás de esto hay problemas a largo plazo que están creciendo, se están acumulando y van a reventar y la cosa va a ser terrible después.