Si antes de la pandemia solo el 34% de los proveedores cobraban a más de 60 días, ahora el 66% trabaja con estos plazos y uno de cada cuatro tiene plazos de más de 120 días, que antes eran muy inusuales, refiere un informe elaborado por el Center for Global Worker’s Rights de la Universidad de Pensilvania.
Si antes de la pandemia solo el 34% de los proveedores cobraban a más de 60 días, ahora el 66% trabaja con estos plazos y uno de cada cuatro tiene plazos de más de 120 días, que antes eran muy inusuales, refiere un informe elaborado por el Center for Global Worker’s Rights de la Universidad de Pensilvania.

Llueve sobre mojado en los ‘hubs’ de la moda. Las nuevas medidas de restricción impuestas ante la segunda ola del COVID-19 en Europa -uno de los mayores mercados de consumo para la moda- han motivado no solo cancelaciones de pedidos, también nuevas condiciones de juego amarradas al precio.

Así, los compradores de las marcas estarían pidiendo a los proveedores rebajas de hasta 12% en relación al año pasado, según un informe elaborado por el Center for Global Worker’s Rights de la Universidad de Pensilvania a partir de una encuesta a proveedores de Asia, África y Latinoamérica y que publica el portal Modaes.

Este revela que, el 56% de los proveedores ha tenido que aceptar algunos pedidos por debajo del precio de costo y la mayoría anticipa que lo tendrá que seguir haciendo.

Las condiciones de pago también han cambiado, ya que si antes cobraban, en promedio, a 43 días, ahora el plazo se ha extendido a 77 días.

De hecho, si antes de la pandemia solo el 34% de los proveedores cobraban a más de 60 días, ahora el 66% trabaja con estos plazos y uno de cada cuatro tienen plazos de más de 120 días, que antes eran muy inusuales, refiere.

Además, un 77% todavía tiene pendiente de cobrar pedidos cancelados durante la primera oleada de la pandemia.

PLAZOS DE ENTREGA

Pero si los plazos de pago han aumentado, los de entrega continúan siendo estrictos, según los proveedores, a pesar de que las medidas de seguridad impuestas en las fábricas obligan a reducir el número de trabajadores y retrasan la producción.

Más de la mitad, un 57% de los proveedores, sostienen que si las prácticas actuales continúan “es extremadamente probable, o algo probable” que cumplan con los tiempos, informa el estudio.

“A la caída de precios, los descuentos, el descenso del volumen de producción y los retrasos en los pagos se suma que todos los compradores quieren su mercancía a tiempo, pero es difícil cumplir con las medidas de distanciamiento social del COVID-19”, explica un proveedor indio en el informe de la Universidad de Pensilvania.

India, otro de los mayores proveedores de la moda en la región, anunció a finales de octubre un nuevo paquete de 27.000 millones de dólares en ayudas al tejido productivo. Las medidas incluyen incentivos para producir localmente y beneficios a compañías extranjeras que inviertan en India. El país entró en recesión técnica por primera vez en su historia en el segundo trimestre, con una caída récord del 23,9%.