Frente a potenciales fenómenos naturales destructivos, como El Niño, los modelos de prevención emergen como buenas prácticas de Gobierno, subraya el especialista chileno en gestión de riesgos, Víctor Orellana Acuña.
En ese sentido, dijo que si se trabaja en medidas de prevención se puede tener ventajas.
“Un buen plan de prevención implica que por cada dólar que se invierte se ahorra $10 en el futuro y está comprobado dada la experiencia lamentable que hemos tenido en Chile”, precisó.
Al respecto, el especialista recomienda la adopción de modelos de prevención, de tal manera que formen parte de la vida diaria de cada uno de los habitantes del Perú y del proceso productivo.
“La prevención debe estar dentro de los planes del país porque se debe considerar que fenómenos como El Niño ocurren con más frecuencia que antes”, precisó.
Plan nacional
Desde el Gobierno, el trabajo de prevención tendría que estar consignado en un plan nacional que involucre a todas las personas, principalmente a las que pueden sufrir los efectos del fenómeno El Niño.
“Se trata de sobrellevar de la mejor manera esos eventos, en la medida que tengan también una preparación a nivel familiar, a nivel del barrio, desde cada posición, es importante ir coordinando todo tipo de medidas”, explicó.
En otro aspecto, refirió Orellana, los procesos de reconstrucción de grandes desastres, como el que ocurrió en 2017, necesariamente son de largo plazo.
“En marzo estuve en Japón, fui a ver la reconstrucción del terremoto del 2011. Ellos siguen reconstruyendo, llevan trece años porque requieren inversiones masivas o construcciones de ingeniería bastante sofisticadas”, comenta.
La probabilidad de que la intensidad de El Niño sea fuerte se incrementó de 25 a 35%; de que sea moderado bajó de 58 a 52%, el último viernes, el gerente de Estudios Económicos del Banco Central de Reserva (BCR), Adrián Armas.