Para acallar los pedidos de vacancia, el mandatario Pedro Castillo debe apelar al diálogo, única forma de conseguir acuerdos, y convocar a un presidente del Consejo de Ministros que atraiga a gente competente que ayude a enderezar la situación del país, señala el empresario minero Roque Benavides Ganoza. En entrevista con Correo refirió que se ha podido dialogar más y que el Estado pudo acompañar y exigir más diálogos. A manera de autocrítica, dijo que, de repente, las empresas mineras, por facilismo, no han participado en mayor magnitud para promover e incentivar los mecanismos de asociaciones público privadas y de obras por impuestos.
¿Qué balance hace del primer año de Gobierno de Pedro Castillo?
Muy inestable y tiene un impacto muy negativo en la economía. Haber tenido más de 50 ministros en las diferentes carteras, dos en Economía, cinco en Energía y Minas, la verdad, ha sido un año muy difícil para la economía peruana, también para la política y la estabilidad en general del país. Creo que el calificativo, lamentablemente, es muy malo. De cero a 5, ha sacado un 2 como máximo.
¿No se hizo nada bueno en el Gobierno?
Es difícil encontrar cosas positivas, creo que lo más destacado de este año fue la elección del Tribunal Constitucional y de los miembros del directorio del Banco Central de Reserva, pero, después es muy difícil de encontrar algo positivo.
¿Qué de bueno debería hacer el presidente para acallar el pedido de vacancia?
Creo firmemente en el diálogo, no entiendo otra forma de lograr acuerdos. El presidente Castillo tiene que escuchar y buscar convocar a gente competente. No sé si ya está tarde, pero creo que el talento que ha convocado no es el mejor que hay en el Perú. Pienso que los ministros tienen que ser profesionales, tecnócratas, gente que ayude a enderezar esta situación y no personas cercanas a él de dudosa reputación.
¿Da la impresión de que el presidente es prisionero de Vladimir Cerrón?
Considero que es prisionero de sus propias limitaciones, no ha sido capaz de convocar al mejor talento para llevarlos al gobierno. No sé si ya está tarde, pero estoy seguro que si él convocara a un presidente del Consejo de Ministros sólido, con decisión, esa persona podría convocar a mejor gente de la que ha tenido. El presidente Castillo ha estado influenciado por el señor (Vladimir) Cerrón y, actualmente, es influenciado por el señor (Aníbal) Torres, que es un hombre que, evidentemente, no actúa adecuadamente.
¿Aníbal Torres denota torpezas?
Usted lo dice, sí, demasiadas torpezas, lo que tiene impacto negativo sobre la estabilidad política y económica. Torres, creo, influye mucho en el presidente Castillo; es un hombre muy mayor, muy locuaz. Creo que si el mandatario lo retiene, es porque lo está escuchando.
¿Percibe que, en las últimas semanas, el presidente Castillo está pechando a la oposición?
Bueno, eso de pechar, seguramente, es fomentado por el señor Torres, que es muy de pechar y no extrañaría que dentro de cuatro paredes estén viendo la fórmula de salir a pechar, es el estilo del premier.
¿Se promueve un modelo económico que ya pasó de moda?
No es una cuestión de moda; el muro de Berlín cayó en el 89, producto del fracaso de las políticas, de la falta de libertades: de expresión, económica, de acción, de empresa, esto es lo que, al parecer, esta gente no logra entender. Creo que la sola forma de cómo se refiere a los medios de comunicación y a las encuestadoras, es una falta de tolerancia que deja mucho que desear.
¿Qué tanto daño le hacen al país los conflictos sociales?
Los conflictos sociales vienen desde antes, siempre recuerdo el caso Las Bambas con el señor (Martín)Vizcarra yendo a solucionar el problema, ofreciendo asfaltar la carretera, que luego olvidó. El señor (Guido)Bellido, creyendo que por hablar un par de palabras en quechua o aymara solucionaría el problema; la señora (Mirtha)Vásquez yendo al sur de Ayacucho para soliviantar a la población; el señor Torres, yendo también a Las Bambas para soliviantar el enfrentamiento entre peruanos.
¿Pero no se han agudizado?
Hay que reconocer que los conflictos vienen de antes, pero este Gobierno ha exacerbado y promovido también el enfrentamiento entre peruanos, ¿Con qué objetivo? No lo entiendo. Creo que han destruido la institucionalidad en los ministerios, el cambio de ministros traía consigo cambios de una serie de funcionarios, muchos de ellos probos y gente muy esforzada y sufrida, en términos salariales, que, lamentablemente, se le ha maltratado. Fíjese, es incoherente, ellos hablan mucho del estatismo y que quisieran que el Estado haga muchas cosas, sin embargo, han destruido las instituciones que deben hacer los trabajos en el Estado, como son los funcionarios públicos. El nivel del funcionario público ha decaído sustancialmente en este primer año del Gobierno actual.
¿La inversión pública sería la más perjudicada?
Necesitamos más inversión pública y privada, no cabe la menor duda. Algunos dicen que este es el Gobierno del chambismo, buscando la chambita para sus allegados, que al final no tienen la competencia que se necesita. El Perú debe enfrentar la mejora del nivel del funcionario público, incentivando que la mejor gente vaya al sector público. Lo que ha hecho en este año el Gobierno es precisamente lo opuesto.
¿En un año se ha dañado al país como si fueran 10 o 20 años?
Sinceramente es así porque los pocos románticos que contribuyen con alguna función en el Estado han salido y es talento que será difícil de recuperar. Es el principal daño que se ha hecho al Perú.
Usted cree en el diálogo, pero ¿el Gobierno escucha?
Definitivamente, que no haya esa sintonía entre el sector público y el sector privado es como pretender que haya dos timones en un carro; tiene que haber mucho más diálogo, coincidencia, trabajo en conjunto entre los sectores público y privado, es fundamental. Las oficinas de solución de conflictos, por ejemplo, en el caso del Ministerio de Energía y Minas, han sido muy golpeadas, con gente que conocía cómo generar diálogo y al final ha salido y ha sido reemplazada por personal que no es competente.
¿La inversión minera sigue en retroceso?
Es evidente que, después de Quellaveco, no tenemos un proyecto de magnitud en el Perú. Hay proyectos más medianos, pero proyectos de gran magnitud no tenemos en cartera y necesitamos promover esos proyectos lo antes posible. Están Michiquillay, Tía María, La Granja, Cañariaco, Los Sulfuros de Yanacocha, La Zanja, Tantahuatay y Zafranal. Hay proyectos que se pueden sacar adelante, creo que es importantísimo dar viada a estos proyectos.
La minería jala a muchos sectores productivos ¿verdad?
La minería tiene muchos encadenamientos a tal punto que, de acuerdo al Instituto Peruano de Economía, por cada puesto de trabajo directo que se crea en la minería, se generan nueve puestos de trabajo indirectos. Esto demuestra como la industria minera consume de otros sectores como el metalmecánico, de los proveedores de bienes y servicios, de los establecimientos de comida que se encuentran en los alrededores de las minas. Hay muchos encadenamientos. Creer que la minería está aislada del resto de la economía es falaz.
¿Qué autocríticas se harían los mineros respecto de la situación actual?
Por supuesto que siempre hay posibilidad de autocrítica, creo que nunca es suficiente el diálogo. Creo que se ha podido dialogar más, creo que el Estado ha debido acompañar más ese diálogo y exigirlo. Las asociaciones público privadas y las obras por impuestos son mecanismos que hay que promover e incentivar. De repente, las empresas mineras, por facilismo, no lo han hecho en la magnitud que debieron hacerlo, por supuesto que se puede mejorar, pero tiene que haber un buen ambiente y ello es lo que no se está viendo hoy en el país.
¿Qué le recomendaría al Gobierno, aparte del diálogo, para aliviar los conflictos sociales?
El diálogo, no hay otra alternativa; buscar gente competente, no solamente peruposibilista; tenemos que buscar personas dialogantes, que quieran contribuir, hay mucha gente, es evidente que no es fácil, pero que se puede buscar mejor talento para generar ese diálogo, claro que se puede. Inclusive pedirles a las mismas empresas mineras, busquemos a la mejor gente para que puedan ser de intermediarios. Por supuesto que se puede llegar a mejores resultados.
¿Hay que demostrar al Gobierno que ustedes no son el cuco que se comerá al país?
Pero, eso no es cierto, de ninguna manera, no es fácil operar una mina, no es fácil traer la tecnología que se utiliza. De repente las universidades puedan ayudar a que haya un mejor diálogo, de repente podamos integrarnos más con las universidades. Creo que es una posibilidad.
Usted tiene llegada con mucha gente, sobre todo con los jóvenes. ¿Dicta cátedra en la Universidad Nacional de Ingeniería?
Dicto en la UNI y en la Católica, también visito mucho la Universidad Mayor de San Marcos, soy ferviente creyente en la educación. Creo que las universidades nos pueden ayudar muchísimo.
Tiene llegada entre la juventud, ¿cree que pueda ser candidato en las próximas elecciones generales?
No estoy buscando un puesto público.
Se necesita gente nueva. ¿Usted ve algún candidato?
Lo que si va haber acá es una reacción, después de un Gobierno muy sindicalista, muy radical de izquierda, muy fuera de época, y lo que tendrá que haber, Dios quiera, es un Gobierno mucho más dialogante, mucho más democrático, mucho más moderno en término del desarrollo económico, de allí al perfil que se necesita es otra cosa. Creo que por allí vendrá la mano.
¿Habría que recomendarle a los excandidatos para que no se presenten en las próximas elecciones generales?
Hay que buscar, hay gente joven, hay gente valiosa, pero un Gobierno como el del señor Castillo ahuyenta a ese talento. Insisto, el talento es el que más ha sufrido en este primer año del Gobierno de Pedro Castillo.
Roque Benavides
Empresario minero. Ingeniero Civil por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Maestría en Administración de Empresas en Henley, The Management College de la Universidad Brunel.