En el 2020, con los riesgos que la pandemia representa y un probable cambio del sistema de pensiones, el escenario podría ser distinto. (Andina)
En el 2020, con los riesgos que la pandemia representa y un probable cambio del sistema de pensiones, el escenario podría ser distinto. (Andina)

Mediante una resolución publicada en el diario oficial El Peruano, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) ha modificado las condiciones de las que podrán disponer las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) para la próxima licitación de los riesgos de invalidez, sobrevivencia y sepelio, que administran las aseguradoras.

De acuerdo con Eduardo Morón, presidente de la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (Apeseg), se trata de condiciones más flexibles, en vista de que este proceso se realiza cada dos años y que todavía hay mucha incertidumbre sobre lo que pueda pasar entre 2020 y 2022.

“Es un episodio tan excepcional que creo que era lo que correspondía. Si no se hubiera hecho esa flexibilización, se terminaba con una tasa más alta, porque quieres protegerte por dos años. Es un periodo en el cual puede haber una tasa muy inusual de fallecimientos”, comentó.

Actualmente, de acuerdo con el proceso realizado en el 2018, el costo por afiliado es de 1.35% de la remuneración, cobro independiente de la comisión de la AFP y el aporte que va al fondo previsional.

Precisó que esta vez, podría darse la posibilidad de tener tasas móviles, a lo largo de diferentes periodos, pero el esquema final será planteado por las AFP, que son las que ejecutan la convocatoria. Además, se permitirá que esta licitación se realice de manera remota.

Riesgos en el camino

Por su parte, el ex jefe de la SBS, Juan José Marthans, consideró que es interesante y positivo que se permita una licitación remota y que estas oportunidades deberían de aprovecharse para dotar de mayor transparencia los beneficios que se derivan de este tipo de seguros.

“Diría que hay que reforzar todos los mecanismos de transparencia y hacer del seguro un mecanismo de muy fácil interpretación para que las letras pequeñitas no lleven a sorpresas a los afiliados al sistema. En último caso, la cobertura tiene que ser más amplia, más clara y transparente cuando el nivel socioeconómico del pensionista es más bajo”, comentó.

Hace dos años, siete compañías participaron del proceso y cuatro obtuvieron la licitación por haber ofrecido mejores tasas. En el 2020, con los riesgos que la pandemia representa y un probable cambio del sistema de pensiones, el escenario podría ser distinto.

“No solamente es un año en el que la siniestralidad ha subido, sino que en los próximos meses se pueden dar reformas sustanciales al interior del SPP. Es posible que el próximo Congreso también reperfile la necesidad de llegar a un nuevo sistema de pensiones. Todos estamos de acuerdo en que es necesario, pero estos elementos le agregan ruido al sistema”, comentó.

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