Los fondos universitarios están destinados a cubrir las pensiones y gastos universitarios de los hijos, nietos o sobrinos. Pueden ser contratados por padres, abuelos o tutores. refieren. (Foto: Manuel Melgar / GEC)
Los fondos universitarios están destinados a cubrir las pensiones y gastos universitarios de los hijos, nietos o sobrinos. Pueden ser contratados por padres, abuelos o tutores. refieren. (Foto: Manuel Melgar / GEC)

En el 2020, la Federación de Instituciones Privadas de Educación Superior (Fipes) estimaba que alrededor de 350.000 estudiantes corrían el riesgo de abandonar sus estudios como consecuencia de la crisis económica que trajo consigo la pandemia. Sin contar a los escolares, que tuvieron que enfrentar una realidad similar.

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Con una segunda ola en pleno apogeo, y con cerca de 1,2 millones de empleos perdidos –según el INEI– durante el año pasado, como consecuencia de la pandemia solo en Lima Metropolitana, no resulta para nada difícil adivinar que lo estimado por la Fipes no tardaría en convertirse en realidad.

Por razones como esa, la pandemia ha servido para confirmar, como señala Silvia Aguilar, gerente de Vida Individual y Pensiones de Pacífico Seguros, la necesidad que tienen muchas familias de contar con ahorros para evitar la deserción estudiantil.

“El ahorro es una nueva tendencia para cumplir dicha meta sin afectar los planes laborales y profesionales de los hijos, ya que se han dado casos en los que las familias han tenido que dejar de lado, por el momento, los estudios de sus hijos para cubrir otras necesidades con el presupuesto familiar”, afirma.

En ese sentido, contar con un fondo universitario o seguro de estudios universitarios, que hoy forma parte del portafolio de las compañías aseguradoras que manejan productos de vida como Pacífico, La Positiva, Mapfre, Rímac o Interseguro, permite a los padres, según la ejecutiva, ser previsores al destinar parte de sus ingresos a proteger el futuro de sus hijos y brindarles oportunidades educativas que, sin un ahorro previo, sería casi imposible de costear.

“La pandemia ha hecho que esto sea una realidad, cuando antes se veía solo como una posibilidad”, indica tras informar que desde que la crisis sanitaria estalló, su aseguradora ha extendido su cobertura a 700 jóvenes mediante este producto, que hoy tiene una rentabilidad anual asegurada de 4% y una cuota mensual a partir de US$45.

COBERTURA

Según la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (Apeseg), se trata de un “producto que te permite reunir un monto de dinero durante determinado tiempo, que será previamente pactado. “Dicho fondo estará destinado a cubrir las pensiones y gastos universitarios de tu hijo, nieto o sobrino”, refieren.

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Por lo general, cubre el fallecimiento natural o accidental del padre o apoderado, pero también se puede tomar una póliza de sobrevivencia.

En Apeseg explican que en el primer caso, la suma pactada será pagada a los beneficiarios en caso el titular, padre o apoderado, fallezca. En ese caso, “los estudios superiores de los hijos, nietos o tutorados estarán cubiertos y podrán completarlos sin preocupación”.

Mientras que la de sobrevivencia se activa –según el portal especializado en corretaje y asesoría– cuando la póliza concluye y el asegurado no ha fallecido. En ese caso, la aseguradora brindará la suma pactada o asegurada en el contrato y de no suceder ningún infortunio durante el tiempo fijado, “el dinero será entregado junto con la rentabilidad anual generada”.

A diferencia de otros productos, el seguro o fondo universitario, aclara Apeseg, “no limita que el beneficiario de tu fondo sea tu hijo, por lo que puedes asegurar a tu sobrino, nieto, ahijado, primo o a quien decidas”.

MÁS TEMPRANO, ES MEJOR

Con relación a la edad en la que se debe contratar el producto, Silvia Aguilar sostiene que –por lo general– los padres contratan usualmente este fondo cuando el niño tiene entre dos y tres años.

Pero, “lo recomendable es adquirirlo en los primeros meses de vida del menor, así las primas serán menores y tendrá un periodo de ahorro más largo, permitiendo que el fondo que recibirá a futuro sea mayor”, indica.

Sobre lo que hace falta para que este mercado despegue o encuentre mayor acogida entre los padres, refiere que el reto actual de las compañías de seguros está en poder aumentar la oferta de los canales por los que se ofrecen este tipo de seguros.

“Creemos que pensar a futuro es una de las lecciones que nos dejará la pandemia, y eso influirá en la decisión de adquirir seguros, en especial los relacionados a vida y al bienestar familiar”, anota.

OFERTA ACTUAL

Tomando en cuenta que este producto es ofrecido las compañías aseguradoras que manejan productos de vida y su cobertura varía según la edad y cantidad de años que se contrate el seguro, en el caso de Interseguro, ofrecen planes desde S/38 mensuales, puede extenderse entre diez y 20 años y cubre hasta S/200.000.

Mientras que en Rímac, su seguro universitario tiene planes desde S/180 o US$50 al mes y ofrece un monto mínimo asegurado de S/50.000.

En el caso de Mapfre, su fondo puede ser contratado por hombres o mujeres desde los 18 hasta los 60 años, pero solo puede permanecer en la póliza hasta los 70 años. En esta compañía –como señalan en Apeseg– el seguro está dirigido a padres, abuelos o tutores.

Y, en La Positiva, como parte de sus seguros de vida educación ofrecen tres productos: pensión educativa segura, vida Positiva académico y renta estudiantil. En los tres casos brindan cobertura por muerte y también asumen el costo de 11 pensiones educativos por año hasta que el beneficiario culmine sus estudios (universitarios o escolares).