La Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su reciente informe estimó que este año se perderían hasta 1.5 millones puestos de trabajo en el país como secuela de la pandemia del coronavirus.
Además, detalló que los sectores de productividad alta (minería, servicios financieros, electricidad, gas y agua) solo cubrieron el 2.4% del empleo nacional, mientras que los sectores de productividad media (manufactura, construcción y transporte) ocuparon al 22.6% de la fuerza laboral. Mientras, el 75% se concentraron en actividades con productividad baja (comercio, agricultura y servicios).
Ante este panorama, Brian Ávalos, asociado del estudio Payet, Rey, Cauvi, Pérez, señaló que para fomentar el empleo formal, sobre todo en los sectores con productividad alta y que puedan llegar a una participación de dos dígitos, se deben destrabar las obras de gran alcance lo más rápido posible.
“El tema ahí es que hay una serie de proyectos que tienen observaciones y están paralizados. La idea es que el Estado se enfoque en esas obras para que los saque adelante y se genere un mayor número de puestos de trabajo”, refirió.
Agregó que estos sectores generan muchos puestos de trabajo indirectos. Dio como ejemplo que las empresas mineras subcontratan a otras compañías proveedoras y se genera una economía de arrastre.
También mencionó que las regiones deben tener mayor inversión pública.
Asimismo, Ávalos manifestó que el Ministerio de Trabajo debe intentar la búsqueda de mecanismos claros para proteger al empleo formal.
“Como la gran mayoría de empresas están sin ventas, es preferible que se le dé la suspensión perfecta para que mantengan el vínculo en el trabajo porque, de lo contrario, seguirán existiendo más despidos”, indicó.
En esta misma línea, el laboralista pidió proteger a los sectores más golpeados para que el personal no pase a buscar los trabajos informales.