Un canal de riego, la quebrada de una montaña, un campo de cultivo, una habitación y hasta una simple y soleada vereda son lugares distintos pero tienen algo en común, son los escenarios de las historias rojas como el color de la sangre derramada y el dolor causado por sus protagonistas que alcanzaron la fama sin mayor fortuna y quedaron perennizados en las páginas de Correo con la pluma y los flashes de sus periodistas, a través de los años.
Copas de licor, un amor no correspondido, una mala decisión, la venganza, traición, codicia, machismo, entre otros, son los detonantes que han desatado las historias o los comportamientos seriamente cuestionados de aquellas personas que quebraron la ley así como la buena convivencia.
LEA TAMBIÉN: Policía de Arequipa expulsa a siete extranjeros indecumentados por la frontera con Bolivia (VIDEO)
En las páginas del diario se ha reconstruido cada caso no solo con información obtenida del dato, el testimonio o documento, sino también con pastillas que despiertan emociones y cuestionamientos sobre la carencia de valores en una sociedad que suele ver en la violencia una forma de solucionar lo que consideran un problema. Como ocurrió hace más de 20 años con la historia de la familia Mamani Hamantuma.
En Correo, fue la periodista Olga Escudero Valer la responsable de cubrir el sórdido caso, la mañana del 25 de junio del 2003, los cuerpos de los hermanos Ruiz y Mauro Mamani Huamantuma aparecieron en un canal de regadío del sector de Morro Negro, Cerro Colorado. Ambos habían sido asesinados a balazos y sus cuerpos quemados para tratar de borrar el crimen, fue su hermano Gamaliel Mamani Huamantuma y su hijo Jhon Mamani los acusados de ser los autores del execrable doble crimen por el control de los negocios de la familia.
LEA TAMBIÉN: Delincuentes en Arequipa le disparan a un hombre en la pierna para robarle 20 mil soles en Paucarpata
Esa es una premisa presente en el periodismo policial que debe “mojarse” siempre para obtener la información de primera mano y corroborar antes de publicarla. En algunos sucesos se generó más ruido que certeza y ese fue el caso de Ciro Castillo, el estudiante de la Universidad La Molina que en 2011 se extravió recorriendo el nevado Bomboya junto a Rosario Ponce. Para Abad Ventura, periodista de Correo encargado de cubrir el hecho durante siete meses, el caso fue el más mediático de las últimas décadas. No hubo un crimen, pero sí mucho morbo.
Arequipa es una de las ciudades con mayor violencia contra las mujeres, los feminicidios se han multiplicado con el paso del tiempo y un de los más impactantes fue el de Carol Bernal, joven trabajadora de una pizzería que fue asesinada por su pareja Samuel Tejada Zegarra y padre del hijo que la víctima llevaba en el vientre.
LEA TAMBIÉN: Seguro Integral de Salud en Arequipa incrementa su presupuesto para las atenciones
En junio del 2014, Carol fue asesinada junto a su bebé y sus cuerpos acabaron quemados en un campo de cultivo que los familiares del feminicida poseían en El Cural. “Escribí sobre este caso durante una semana. El día del entierro, en el cementerio de Hunter, su madre me confesó que había abandonado a Carol varios años en la casa de sus abuelos. Cuando quiso a acercarse a su hija, notó que la había perdido, por eso no le comentaba de los abusos que sufría con su conviviente. Todo fue muy triste”, comentó Jorge Núñez, que estuvo encargado de seguir este y otros casos durante su paso por el diario, donde las emociones y los sentimientos no tienen que ser excluidos ni reprimidos, pero sí controlados para no alejarse de la realidad en cada relato plasmado en el diario.
El sicariato, un fenómeno que comenzó a apoderarse de las calles y sobre todo de las vidas de las personas a sangre fría en la ciudad, marca la pauta de los sucesos criminales en las páginas del diario y parecen no tener fin.