No habría condiciones para un supuesto fraude electoral, asegura sociólogo respecto a la segunda vuelta electoral . (Foto: Correo)
No habría condiciones para un supuesto fraude electoral, asegura sociólogo respecto a la segunda vuelta electoral . (Foto: Correo)

Aceptar y respetar los resultados de las elecciones es parte de la democracia, señaló el sociólogo Alipio Montes, al precisa en los 40 años de elecciones democráticas, los electores respetaron los comicios y no habría razón o fundamento para que esta vez sea diferente.

Hubo algunos sucesos aislados que deben ser investigados y sancionados (en referencia a las cédulas firmadas u otros hechos suscitados en diferentes regiones del país), pero eso no puede quebrar la voluntad popular”, manifestó.

Sin embargo, consideró también que el comportamiento de los pobladores dependerá o se verá influenciado por las acciones de los líderes políticos, tomando en cuenta que en las últimas semanas se llegaron a extremos de mensajes de odio, violencia, discriminación y racismo.

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El comportamiento de los líderes políticos, el llamado a la calma para esperar los resultados será fundamental para evitar movilizaciones”, dijo.

Aunque en las últimas semanas surgieron los temores de un fraude electoral, Montes considera que esto no sería posible, considerando el prestigio que tuvieron las instituciones responsables de las elecciones como la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), así como el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). A ello se suma las instituciones nacionales y extranjeras que supervisan u observan el proceso electoral.

Después de estas elecciones, los peruanos deben superar las diferencias y tras aceptar los resultados, pasar a unir esfuerzos para colaborar con la reactivación económica desde los puestos en que se encuentren. Bajo la óptica de Alipio Montes, en esta coyuntura toca a los peruanos a no seguir con las diferencias políticas o ideologías, por el contrario, a deponer las discrepancias para conseguir los mismos objetivos como la mejora de las condiciones de vida, la salud, la economía.

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Asumir acciones de violencia o rechazar al nuevo Gobierno significaría resquebrajar la democracia y poner en duda la credibilidad y la institucionalidad de las diferentes instancias como la ONPE.

Mientras que al nuevo presidente le tocará tender puentes para limar asperezas, convocar a los privados e instituciones que contribuyan para un mejor país que espera celebrar el Bicentenario de la Independencia como una nación unida. A la organización política que perdió las elecciones le tocará respetar los resultados y sumar esfuerzos para un buen Gobierno y no convertirse en una obstrucción desde el Congreso, aprovechando del buen número de parlamentarios.