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El comandante PNP Rolando Rojas, jefe de la comisaría de Aplao, fue detenido por sus propios subalternos porque es el principal sospechoso de disparar cuatro proyectiles que hirieron a un teniente PNP y a una profesora que transitaba por el lugar. El incidente se registró el sábado 7 de mayo, minutos después de las 21:00 horas, en la calle Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, a la altura donde era la Institución Educativa Inicial 500 y ahora es un descampado.
Karina Zúñiga Dávila llevó la peor parte porque la bala ingresó y salió por la pierna derecha, a la altura de la rodilla. De acuerdo al informe del médico de turno del hospital de Aplao, el proyectil no comprometió hueso ni arteria carótida. Cuatro peritos de criminalística y tres detectives de homicidios llegaron a Aplao para realizar las diligencias, donde hallaron cuatro casquillos de bala.
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Zúñiga Dávila llegó a Aplao para pasar el Día de la Madre con sus hijos y nietos. No se imaginó que a pocas horas de ingresar al día festivo recibiría un impacto de bala. “Asistió al cumpleaños de una sobrina y luego su hija la llevó a su casa que había terminado de construir, a pocos metros del lugar donde ocurrió la balacera”, señaló un familiar.
el caso. De acuerdo a un testigo, una camioneta roja se encontraba estacionada frente a una vivienda de color verde de tres niveles, un agente permanecía en el interior y cuando el comisario de Cotahuasi (teniente PNP) se disponía a subir apareció el comisario de Aplao para disparar varias veces y dos balas terminaron impactando en otro vehículo, ubicados metros atrás donde se encontraba la profesora, su esposo, su hija y dos nietos.
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“De acuerdo a un perito, la bala impactó en la puerta que iba directo al pecho de Karina, por cosas de la vida impacta en la pierna, se desvió en el camino. Otra bala se quedó atrapada en la puerta”, afirmó el familiar mortificado. El oficial, sospechoso de estar bajo los efectos del alcohol, fue llevado a la dependencia policial, donde participa de las diligencias de ley.
