El estrés, la ansiedad, la depresión y las conductas suicidas, son los principales problemas que afectan la salud mental de la población en Arequipa, especialmente de los más jóvenes, quienes cada vez son más los que buscan la ayuda de profesionales en los centros especializados de atención, pero estos resultan insuficientes para poder atender la demanda que va en incremento.
Por ello, el Ministerio de Salud ha cambiado la norma técnica para el fortalecimiento de la salud mental para el periodo 2023 -2028 incrementando los centros especializados en el país, se espera que en la región estos se dupliquen.
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El psicólogo Anthony Valdez Chambi, coordinador regional de Salud Mental de la Gerencia Regional de Salud (Geresa), refirió que son 12 los locales de atención que hay en Arequipa, dos de ellos implementados en Islay y Camaná, fueron pensando para que cada uno asista a una población de 100 mil personas, pero la Dirección Nacional de Salud Mental ha visto por conveniente que en adelante el universo por cada uno sea de 50 mil pobladores, por lo que se debe tener 24 establecimientos, considerando que la demanda fue en aumento, desde la postmandemia de la COVID-19.
El especialista agregó que en lo que va del año las atenciones son un 35% más en relación con el año anterior y sólo durante el primer semestre del año se han realizado algo más de 13 mil 200 consultas, de ellas unas 5 mil 700 personas reciben atención en los establecimientos de salud mental.
“No todos cumplen con completar el paquete de atención que les corresponde, algunos lo dejan y vuelven después por recaídas, especialmente quienes tienen problemas con las drogas y el alcohol”, dijo el especialista, tras señalar que cada centro de salud mental tienen un mínimo de 22 profesionales, entre psiquiatras, médicos de familia, psicólogos, enfermeras, asistentes sociales y químicos farmacéuticos, el 90 por ciento de los locales tienen el personal completo.
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“También se dan atenciones por orfandad con sicólogos, ellos trabajan con los menores que perdieron a sus padres durante la pandemia de la COVID-19. Ellos están haciendo este trabajo en la región para que a futuro esta situación que padecieron no lo afecte y puedan desarrollar una vida plena”, dijo.
El especialista sostuvo que el cambio de la normativa regirá hasta el 2028 y para poder cumplir con la intención de abrir nuevos centros de atención comunitarios, es esencial la participación de los gobiernos locales a través de la cesión en uso de locales con ambientes adecuados donde pueden ser implementados con el personal mínimo indispensable.
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“Estamos viendo dónde pueden ser instalados los nuevos centros de atención y se considera los distritos con mayor cantidad de población como Cerro Colorado, en Selva Alegre hay la necesidad de que exista uno. Estamos en ese trabajo en Selva Alegre no tiene centro metal”, dijo.
Además del crecimiento los centros de salud mental, también se ha planteado al Ministerio de Salud solicitado la implementación de los centros de rehabilitación psicosocial y laboral, unidades de hospitalizaciones de salud mental y adicciones, así como la y unidad móvil de salud mental que por el momento solo la tiene Camaná que desplaza un equipo de profesionales para trabajar con poblaciones cautivas en lugares alejados como el asentamiento minero de Secocha donde decenas de personas perdieron sus viviendas y familiares como consecuencia de la caída de un huaico.
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