Cuando las primeras pollerías empezaron a operar en Arequipa, era escasa la acogida de la ciudadanía y muchos emprendedores desistieron de continuar en el rubro.
Este panorama fue percibido de forma totalmente diferente por los primos Rodolfo del Carpio y Oswaldo Cabrera, quienes desde hace poco más de 42 años, fundaron El Pollo Real.
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Como cualquier emprendimiento, los primeros años no siempre son los más fáciles. Su primer local abrió las puertas de 1981 en la calle Piérola en el Cercado cuando la gente poco a poco comenzaba a conocer de este plato.
Lo especial quizás fueron los 134 ingredientes que tenían y claro está, la sazón de dos amas de casa majeñas, en la misma casona donde vivían.
Rodolfo del Carpio, gerente de esta empresa, relata que precisamente esas características captaron la atención de nuevos públicos.
“Era para toda la gente, porque existía cierta desconfianza, pero queríamos que se sintieran lo mismo que nosotros sentíamos, estar en casa”, señaló.
Es consciente que en el mundo empresarial, lo que se necesita es constancia y empeño. Afirmó que desde siempre, se busca los mejores insumos y se tiene un control de calidad, tal y como ocurre con grandes cadenas nacionales e internacionales.
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“Debemos cuidar que el tamaño no sea demasiado grande porque haría que el pollo vaya perdiendo el sabor, es similar lo que sucede con el lechón y el chancho”, dijo.
Son cerca de 120 trabajadores que participan activamente y que, en opinión de Del Carpio, se afianzaron como si de una familia se tratase.
“Hace dos años se jubiló uno de nuestros primeros empleados, eso nos hace sentir muy felices (...) nosotros somos una familia y tratamos que nuestros trabajadores y toda la parte administrativa sea un solo grupo y mientras andemos juntos seremos más fuertes”, Agregó.
Recalcó que también se tiene que apoyar a los jóvenes y sobre todo en las capacitaciones.
Como cualquier empresa, la pandemia de la COVID-19, fue una de las grandes piedras que les pusieron en el camino.
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Durante esos años, la idea de expandirse a través de franquicias parecía que cobraba forma a pesar de los contratiempos, la idea siempre fue ir a Tacna , Cajamarca y otras ciudades, pero posteriormente, los conflictos sociales por la crisis política, detuvieron este proceso, prueba que el caos social afecta directa e indirectamente a todos.
“Fuimos la primera empresa de provincia en probar este sistema de franquicias porque normalmente todas eran de Lima, ahora retomaremos ello, nos aguardan dos propuestas que podrían concretarse al próximo año”, dijo.
También mencionó que como parte de las acciones sociales que realizan, es la entrega de cenas especiales al Centro de Educación Básica Especial (CEBE), Unámonos, que alberga a niños con habilidades especiales. Esto se realiza principalmente en Navidad.
También se brinda apoyo al Centro de Protección Infantil Casa Verde, una organización dedicada a la protección de niños en abandono moral, material y víctimas de violencia extrema. Un apoyo adicional se realiza con al albergue de animales ‘Entre patas’, dado que entregan mermas de pollo para alimentar a los canes.
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